El secuestro y encarcelamiento del diplomático venezolano por tres años y medio fue un procedimiento contrario al Derecho Internacional y violatorio de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, indicó en un comunicado el bloque de integración.
Indicó que lo anterior creó un “penoso precedente”, al violar los principios diplomáticos que reconoce y respeta la comunidad internacional.
La victoria de la Diplomacia Bolivariana de Paz, del gobierno del presidente Nicolás Maduro, es una demostración más de que la ruta emprendida en nuestra América está destinada a seguir transitando la senda de triunfos y garantizar la prosperidad de nuestros pueblos libres y soberanos.
Saab regresó al país la víspera por un acuerdo alcanzado entre los Ejecutivos de Venezuela y Estados Unidos, el cual permitió el intercambio de prisioneros entre las dos naciones.
En declaraciones ante la prensa, desde el Palacio Federal Legislativo, el diplomático manifestó este jueves que su liberación es una victoria del amor.
El funcionario agradeció al presidente de la Asamblea Nacional Jorge Rodríguez, a las autoridades y compañeros de la mesa de diálogo y a todos los que, de una manera u otra, estuvieron involucrados para “traerme de regreso a casa”.
Saab manifestó que fue secuestrado, torturado, aislado, calumniado, difamado, y después de mil 286 días “no pudieron comprobar” ni un solo delito, no pudieron presentar ni una sola prueba, “ni contra mí ni contra Venezuela”.
El diplomático calificó este momento de histórico, en el que Caracas impuso nuevamente como única vía y con la firme convicción del presidente Nicolás Maduro, de que el “dialogo da mayores frutos que el odio”.
Expresó que la obsesión por las sanciones impulsadas en los últimos años solo sirvió para enriquecer algunos “fantasmas expolíticos inútiles”, que se alimentaron y enriquecieron con el sufrimiento del pueblo de Venezuela.
Agradeció al presidente estadounidense, Joe Biden, por “seguir la senda del camino al respeto mutuo”, a la paz y al entendimiento, y aseveró que se necesita mucho coraje, carácter y visión para “poder alejarse de las políticas fallidas”.
Venezuela, dijo, es un gran país que me adoptó como un hijo y donde crecen mis hijos, es una nación que “amo infinitamente y estoy infinitamente agradecido hoy, mañana y siempre”.