La “Unión de lucha por la emancipación de la clase obrera” de Petersburgo fue, bajo la dirección de Lenin, la primera organización de Rusia que llevó a cabo la fusión del socialismo con el movimiento obrero.
Los populistas rusos de la década del 90 cerraban os ojos a la situación de los campesinos pobres, a la lucha de clases en el campo, a la explotación de los campesinos pobres por los kulaks y ensalzaban el desarrollo de las haciendas de éstos. En realidad actuaban como portavoces de los intereses de los kulaks.
En la obra “¿Quiénes son los ‘amigos del pueblo’?” Lenin traza las tareas fundamentales de los marxistas rusos. Estos debían, ante todo, tomando como base los dispersos círculos marxistas, organizar un Partido obrero socialista único. Señalaba, además, que habría de ser precisamente la clase obrera de Rusia, aliada con los campesinos, la que derribase la autocracia zarista, después de lo cual el proletariado ruso, aliado a las masas trabajadoras y explotadas y juntamente con los proletarios de otros países, marcharía por el camino directo de la lucha política abierta hacia la revolución comunista victoriosa.
Los “economistas” afirmaban que los obreros sólo debían luchar en el terreno económico, dejando la lucha política a cargo de la burguesía liberal, a la que los obreros debían apoyar. Lenin reputaba estas prédicas de los “economistas” como propias de renegados del marxismo, como la negación de la necesidad de un partido político independiente para la clase obrera, como un intento de convertir a la clase obrera en un apéndice político de la burguesía. Los “economistas” rusos predicaban las mismas ideas que los llamados “bernsteinianos”, es decir, los partidarios del oportunista Bernstein.
En el mes de diciembre de 1900 apareció en el extranjero el primer número del periódico “Iskra”. Debajo del título del periódico figuraba el lema “De la chispa nacerá la llama”.
Cap.2: Formación del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia. Surgen dentro del Partido dos fracciones: la bolchevique y la menchevique” (1901-1904)
Lenin entendía que el Partido debía constar de dos partes: a) un círculo reducido de militantes, que formasen los cuadros de dirección fijos y en el cual debían entrar, fundamentalmente, los revolucionarios profesionales, es decir, los militantes sin más ocupación que el trabajo del Partido y dotados del mínimum indispensable de conocimientos teóricos, de experiencia política, de capacidad de organización y de habilidad para luchar con la policía zarista y escabullirse de ella, y b) una extensa red de organizaciones periféricas del Partido, integrada por una masa numerosísima de afiliados y rodeadas de la simpatía y el apoyo de cientos de miles de trabajadores.
Sin la idea, ni el socialismo puede formularse, y menos, construirse.
Mens agitat molem, esto es, «la mente mueve la materia». No se encontrará nada que proceda de la nada, y el principio es la Idea ya sea de una choza, un palacio, un tirachinas o la bomba atómica. Os hacéis trampas en el solitario y necesitáis aprender a pensar.
No entiendes lo que lees, Crapula.
Tienes razón porque no lo he leído. Solo me he quedado con el axioma materialista: «No son las ideas las que determinan la situación económico-social de los hombres, sino que es la situación económico-social de los hombres la que determina sus ideas». Pero en rigor, si el axioma funcionara, entre otras muchas cosas, Marx y Engels, hubieran dedicado su vida a mejorar sus condiciones económicas y sociales, en lugar de complicársela; la URSS y el campo socialista no se habría ido por el desagüe de la Historia, y el socialismo habría triunfado en el mundo y eso, nunca ha estado más lejos de suceder. Hasta Cuba, la excepción hasta hoy, porque de China ni hablo, está haciendo ciertos guiños y gestos al capitalismo, nada tranquilizadores.
Cierto que los clásicos del marxismo, advirtieron de lo que pasaría si el socialismo no se imponía a escala planetaria, y la realidad, lamentablemente, se desliza rápidamente hacia la materialización de la peor de las opciones: Barbarie, si no socialismo.
Saludos.
Fíjate que «hombres» está en plural. He ahí la clave. El Ser social determina la conciencia social. Jamás leerás a Hegel decir que el «ser» determina la «conciencia» o a Marx, que la situación socioeconómica determina la conciencia del hombre en singular. En el caso de un individuo, su situación socioeconómica influye, pero no determina su conciencia. En el caso de la sociedad sí. Precisamente Marx y más aún Engels son los mejores ejemplos de ello: un intelectual y un hijo de fabricante que dedican sus vidas a la clase obrera. El «axioma» se refiere única y exclusivamente a la «sociedad», no al hombre individual. Por otra parte, la conciencia de la sociedad en un estado burgués es burguesa, en un estado comunista es comunista… Este es el sentido del “axioma”.
Ahora el tema del Estado comunista. Estar rodeado de países capitalistas dificulta las cosas, claro está. Pero ¿fue determinante en la caída de la URSS el que no hubiese triunfado el Comunismo en todo el mundo? ¿Es que la URSS estaba rodeada de países capitalistas tras la II Guerra Mundial? Evidentemente no. Más aun, la URSS construyo el Comunismo en su primera fase hacia la mitad de los años 30 del siglo pasado totalmente rodeada de países imperialistas, sufriendo una guerra civil impuesta, una intervención militar de 14 países capitalistas, un bloqueo económico completo…
Lo que sí ha sido determinante es que tras la muerte de Stalin se desviaron del Marxismo-Leninismo. Los dirigentes del Partido de entonces, tras la pérdida de los mejores cuadros en la guerra, no eran precisamente demasiado estudiosos. Sin estudiar la dialéctica de Hegel, sin estudiar en profundidad la doctrina no podían comprender que la historia no es otra cosa que la lucha de clases. Llegaron a proclamar que el Socialismo en la URSS ganó para siempre y que alcanzarían el Comunismo pleno en el año 1980. Sustituyeron en el Programa el desarrollo pleno de todos los miembros de la sociedad por la consecución del «bienestar», la lucha por los intereses de la clase obrera por intereses individuales de cada uno, acabaron anulando la dictadura de la clase obrera, aunque tanto Lenin como Stalin advertían que es necesaria hasta la completa eliminación de clases, hasta el desvanecimiento del Estado que no es otra cosa que la herramienta de la clase dominante para ejercer su dictadura…
Si dejas de luchar contra tu enemigo, y en el caso de la URSS el enemigo serían las tendencias reaccionarias y la mentalidad pequeñoburguesa, siempre presentes en la primera fase del Comunismo (las famosas “manchas de nacimiento” en la nueva sociedad), pierdes. Es como en el boxeo: si dejas de luchar contra tu contrario, recibes el K.O.
Conozco bien como funciona la conciencia obrera y sus variaciones, altibajos, dudas, temores, momentos lucha casi heroica y momentos en los que las actitudes reaccionarias, son las dominantes… Pero ahora no estoy en disposición de hacer una tesis doctoral sobre la cuestión.
Dices: «Por otra parte, la conciencia de la sociedad en un estado burgués es burguesa, en un estado comunista es comunista… Este es el sentido del “axioma”. Pero los obreros soviéticos cuyos abuelos y en no pocos casos sus padres también, protagonizaron la Revolución, no movieron un dedo para defender su Estado. Tampoco fueron capaces de profundizar la revolución corrigiendo el rumbo de esta; sencillamente, les fue indiferente, y eso que en la URSS, la vida era razonablemente llevadera económica y socialmente; sanidad, educación, seguridad social, salarios… Gorbachov, no nació en el seno de la elite soviética sino que era hijo de un trabajador en una granja colectiva, y llegó a la presidencia de la URSS. En los tiempos críticos, en las televisiones de aquí lo veíamos recorriendo minas, fabricas, cuarteles, Universidades… explicando la Perestroica; no lo hizo a escondidas en siniestros cenáculos y conciliábulos. Las mismas oportunidades estaban el alcance de todos los ciudadanos soviéticos con los que razonablemente bien, regía aquello de que. «A cada cuál según sus necesidades, y de cada cuál, según su capacidad». De esto eran conscientes los ciudadanos de la URSS y aún así no movieron un dedo. ¿Qué clase de conciencia de clase era aquella? Conciencia burguesa o reaccionaria tampoco lo fue.
Sobre el derrumbe de la URSS pueden escribirse enciclopedias y ninguna de ellas, acertar en el meollo del por qué de la caída de la URSS. Las razones de la implosión, si no están por descubrirse, están por escribir, y las conclusiones y análisis sobre aquel fatídico evento histórico no serán fáciles ni estarán sustentadas por simples consignas, lugares comunes, y ocurrencias.
Pero lo que motivó mi comentario no fue el ejemplo de la caída de la URSS, sino los hechos, que la historia, parecen dar la razón a Hegel y a su idealismo tan denostado por las tesis del materialismo histórico. Sin pensamiento, no hay acción, lo cuál concluye que primero fue la idea, la idea mueve la voluntad y la voluntad, mueve la materia, y la materia, mueve la historia. De ser sí, es Hegel total.
Saludos.
Se me escapó un párrafo que debió estar en el comentario anterior en relación a loa análisis sobre la caída de la URSS; ¿Qué podemos decir de la China actual? ¿Cuándo empezaremos a criticar su deriva reaccionaria hacia el capitalismo salvaje cosa que en la URSS no solo no pasó salvo en el periodo de la NEP, sino que la propiedad era enteramente socialista? De la URSS, con su propiedad totalmente socializada, lo cuál determinaba su naturaleza de Estado Obrero, con todos los errores y chirridos que se quieran, pero Estado Obrero, afirmamos sin rubor y sin error su carácter reaccionario, incluso traidor, pero ni siquiera una mínima crítica se oye o se lee sobre la China cuasi capitalista? ¿No es lo de China muchísimo peor? ¿No hay críticos marxistas que alerten del peligro de la deriva china? o, ¿Estamos todos esperando a que el árbol caiga para hacer leña con él? No parece que haya abundancia de análisis sobre la realidad concreta y todas esas cosas.