“Hemos dicho en más de una ocasión que las medidas de coerción, tomadas unilateralmente por países occidentales en relación con los bienes de Rusia en el extranjero, son ilegítimas. También hemos señalado reiteradas veces que la confiscación de estos bienes es ilegítima y viola los principios y normas fundamentales del derecho internacional, incluida la igualdad soberana de los Estados”, apuntaron desde la Cancillería rusa.
Semejantes acciones, añadieron, no pueden calificarse sino como “un flagrante atentado contra la propiedad soberana y un robo descarado y banal, por parte de un grupo de Estados, de los bienes de otro”.
“Los países del Occidente colectivo pueden tener la certeza de que, al menor intento suyo de confiscar inmuebles y otros activos de Rusia, habrá inevitablemente una respuesta adecuada y efectiva”, concluyeron en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.