«Para mí es un gran misterio. En general, es un descaro. Si tienen tal actitud hacia la posibilidad de comunicarse con representantes de la Administración rusa, sin duda tendremos en cuenta que no tienen ningún interés en hacerlo», comentó Lavrov en un programa televisivo en la cadena Rossiya 1.
El 11 de marzo, el canciller comunicó que invitó recientemente a los embajadores del bloque comunitario para conversar de cara a las elecciones presidenciales rusas, pero estos se negaron a llegar dos días antes de la reunión.
A su vez, la representación de la UE en Moscú explicó la negativa por la falta de la agenda del encuentro y la baja confianza entre Moscú y Bruselas, alegando que la UE «no permitirá que la utilicen como escenario para otro ejercicio propagandístico».
Es tan fácil como: embajador que no quiera reunirse con el ministro expulsado del país por no cumplir sus funciones.