Más de 200 participantes de 31 países, que representan a cuatro continentes, acordaron impulsar un espacio permanente de articulación, formación, desarrollo de tecnologías y comunicación compartidas, que nos dote de herramientas adecuadas para frenar el avance de las nuevas derechas en Nuestra América y en el mundo.
Coincidieron también en enfrentar el papel subordinado en la división global del trabajo controlada por las grandes tecnológicas.
Manifestaron su rechazo a la extracción y uso ilegal de datos de los pueblos y su concentración en oligopolios digitales. «Frente a la privatización: soberanía tecnológica bajo control público y al servicio de los pueblos», subrayó la declaración final.
Denunciaron el uso y desarrollo de tecnologías aplicadas a la guerra cognitiva, que no son otra cosa que la continuación de la guerra de siempre por otros medios.
Destacaron su disposición de continuar la lucha por la liberación incondicional e inmediata de Julian Assange y de Pablo González, encarcelados en Europa por haber ejercido con rigor el deber de informar.
Condenaron también el genocidio del pueblo palestino cuya potencia ocupante, la entidad sionista, utiliza las técnicas más avanzadas de las nuevas tecnologías para maximizar el exterminio y justificar comunicativamente su política criminal permanente.
Reafirmaron el compromiso con la denuncia del bloqueo estadounidense contra Cuba que hackea la soberanía tecnológica e impide desarrollar plenamente las capacidades económicas, productivas y creativas del país. Un bloqueo que intenta condenar al sufrimiento a todo un pueblo y es una vergüenza para la humanidad.
Denunció el texto que actualmente en Nuestra América, los pueblos y sus comunicadores se enfrentan a las derechas y sus nuevas articulaciones extrema que avanzan implantando los esquemas ideológicos del individualismo, la polarizacion y el rechazo a la diversidad cultural.
El Coloquio Patria parte de la firme convicción de que la práctica y la articulación política del presente atraviesan un proceso de rápida y acelerada transformación que obliga a adaptar las concepciones y dotar a los movimientos de izquierda de sus propias herramientas.
Alertó además la declaración final que los incipientes desarrollos en las tecnologías de las inteligencias artificiales permiten producir formas de conocimiento inéditas en la historia de la humanidad, pero también se pueden convertir en peligrosos instrumentos que transforman drásticamente la percepción e intervención sobre la construcción del mundo nuevo.
Durante la ceremonia de entrega estuvo presente la vice primera ministra de la República de Cuba, Inés María Chapman, y el miembro del secretario del Comité Central del Partido Comunista de la isla, Rogelio Polanco, además de otras autoridades del Gobierno en la nación caribeña.
