“Se ha determinado arraigo migratorio y detención domiciliaria para dos personas (…) que han sido autores de encubrimiento en este tema tan sensible y doloroso para el pueblo boliviano”, aseguró el exjesuita Pedro Lima, testigo de los abusos sexuales cometidos por Pedrajas contra niños en un internado católico de Cochabamba.
Recolons (81 años) y Alaix (83) ocuparon altos cargos en la Compañía de Jesús y fueron imputados por el delito de encubrimiento ante casos de violencia sexual cometidos en las décadas de 1970 y 1980 por Pedrajas contra alumnos del colegio Juan XXIII, según confesó en un diario personal.
Los dos ancianos jesuitas participaron en la audiencia de manera virtual y solo sus abogados llegaron hasta el juzgado cochabambino de Instrucción contra la Violencia hacia la Mujer 1, en Coña Coña, además de los representantes de la Fiscalía, la Procuraduría General del Estado y las víctimas.
La jueza determinó que ambos religiosos no puedan salir del país, ni tener ningún contacto con las víctimas.
Este caso tiene como trasfondo el escándalo que estremece los cimientos de la Iglesia católica en Bolivia desde que el 30 de abril el periódico español El País desveló el contenido del diario del jesuita de origen valenciano Pica Pedrajas.
En ese texto, Pica confiesa que abusó al menos de 85 niños, niñas y adolescentes, la mayoría de ellos en el país andino-amazónico, y que confesó esos delitos a otros párrocos.
La onda expansiva del escándalo generó una ola de indignación en toda Bolivia y como resultado salieron a la luz otros delitos sexuales de sacerdotes que fueron encubiertos por la jerarquía católica y ahora son denunciados por las víctimas.
Una investigación de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial se puso en marcha, y hoy figuran como acusados de encubrimiento Recolons y Alaix.