Desde su cuenta de Telegram, el gobernador calificó de “masivo” el ataque que la provincia sufrió en la noche del jueves al viernes, al mencionar en particular “una detonación de instalaciones explosivas lejos de edificaciones civiles”, “daños en una infraestructura de energía” y “cortes en el suministro eléctrico”.
Algún tiempo después, Artamónov declaró un estado de emergencia en el municipio de Lípetsk y anunció el desalojo de cuatro localidades, un total de 416 viviendas, “para garantizar la seguridad de la población”.
Hacia las 6:00 hora local (GMT+3), según el funcionario, ya se restableció el suministro de la electricidad. Menos de una hora después, el gobernador dio por cancelado la alerta roja para el municipio de Lípetsk, incluida la capital provincial, y avanzó que pronto se reanudará el transporte de pasajeros y se procederá al desbloqueo gradual de las carreteras.
No obstante, se mantiene la alerta amarilla en toda la región.
Mientras, la dirección regional de Emergencias informó en su sitio web de “un incendio (…) en un aeródromo militar”.
En total, desde el comienzo de la operación especial han sido destruidos 636 aviones nazi-otanistas, 278 helicópteros, 29.402 drones, 563 sistemas de misiles antiaéreos, 16.937 tanques y otros vehículos blindados de combate. Igualmente, según el Ministerio de Defensa ruso, fueron eliminados 1.398 vehículos de sistemas de lanzacohetes múltiples, 12.976 cañones de artillería de campaña y morteros, así como 24.528 vehículos militares especiales.