“Venezuela rechaza de manera categórica la publicación del llamado Informe Preliminar del Panel de Expertos Electorales de la Organización de las Naciones Unidas, el cual difunde una serie de mentiras, violando en contenido y método no solo los principios que rigen el funcionamiento de los grupos de expertos, sino los propios términos de referencia suscritos con el Poder Electoral venezolano”, detalló en un comunicado la oficina de prensa del gobierno de Venezuela, que fue difundido este 13 de agosto en su canal de Telegram.
En el mencionado informe, que se dio a conocer horas antes, y en él, el panel de cuatro expertos denunció que el proceso de gestión de los resultados por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE) “no cumplió con las medidas básicas de transparencia e integridad que son esenciales para la realización de elecciones creíbles”.
Al respecto, Caracas puntualizó que la evaluación del organismo, históricamente alineado con EEUU “representa un absoluto acto imprudente que mina la confianza en los mecanismos diseñados para la cooperación y asistencia técnica”.
Venezuela añadió que los representantes de las Naciones Unidas tuvieron “acceso amplio a todas las fases del proceso electoral, en el cual resultó triunfador el presidente Nicolás Maduro (…), pudiendo comprobar el excelente funcionamiento del sistema venezolano”.
Por tal razón, la administración de Maduro señaló que “la opinión emitida en su irresponsable escrito no es más que un acto de propaganda que sirve a los intereses golpistas de la ultraderecha venezolana, con los cuales interactuaron constantemente antes, durante y después de las referidas elecciones”.
En ese sentido, el Gobierno recalcó que en el documento llama la atención que, durante su estadía en Venezuela, los integrantes del panel de expertos, “tuvieron frecuentes contactos directos, vía telefónica y a través de videoconferencias, con funcionarios del Departamento de Estado de los Estados Unidos”.
Ante ello, Caracas afirmó que “no hay ninguna duda que sus declaraciones [en referencia a las Naciones Unidas] son producto de las instrucciones hostiles emanadas de esta instancia, a las cuales parecen servir alejados de los compromisos que debieron asumir en el marco de su mandato”.
Por ello, en el texto, el Gobierno tilda de “poco ética y profesional” la actitud de los expertos del organismo y afirmó que dicha postura tiene como “único fin de dañar la democracia venezolana y sembrar dudas sobre el funcionamiento de sus instituciones constitucionales”.
El sábado pasado, la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, Caryslia Rodríguez, declaró en desacato al excandidato presidencial opositor Edmundo González por no acudir a una audiencia ante la sala electoral de esta máxima instancia para declarar y presentar toda la documentación relacionada con las elecciones del 28 de julio.
El 7 de agosto, el órgano inició un ciclo de comparecencias de los excandidatos que participaron en los comicios, luego de que el presidente Maduro presentó un recurso contencioso ante el organismo sobre el proceso electoral.
El 2 de agosto, el CNE difundió un segundo boletín electoral en el que aseguró que con el 96,87 de las actas escrutadas, Nicolás Maduro ganó las elecciones presidenciales con el 51,95% de los votos, mientras que su más cercano contendor, Edmundo González, alcanzó 43,18% de los sufragios.