El dron sirvió para hacer un reconocimiento a gran escala del edificio que ardió hasta los cimientos el 6 de agosto de 1945, por el lanzamiento por parte del régimen de Estados Unidos de la primera bomba atómica que mató al instante a todas las personas en su interior.
Mientras muchas construcciones en Hiroshima quedaron reducidas a cenizas, parte de la pared de la mencionada edificación escapó al colapso y se le intenta preservar como una especie de símbolo de la devastación causada por la primera bomba atómica de la historia de la humanidad.
En torno al edificio se erigió el Parque Conmemorativo de la Paz, con la idea de permitir a los visitantes observar con detenimiento el deterioro de los ladrillos y el mortero de exterior, y colocar el cenotafio de las víctimas de la bomba atómica.
Al decir de Nakata Makoto, funcionario del municipio, el estudio con drones facilitará la conservación de las imágenes de la cúpula como archivo digital.
En su opinión, los datos digitales pueden ayudar a comprender a cabalidad la realidad del bombardeo atómico, así como a impedir que un hecho tan atroz quede en el olvido.
Aproximadamente 66 mil personas perdieron la vida en Hiroshima al instante de la explosión del 6 de agosto de 1945, a las 8:15 a.m., hora local; pero cientos de miles de pobladores (la mayoría mujeres y niños) murieron después a consecuencia de la radiación.
La lista actualizada de las víctimas de esa arma atómica -bautizada por Estados Unidos como Little Boy- contiene más de 340 mil nombres y fue colocada este mismo mes en el interior del cenotafio, en el parque.