Decenas de países ya utilizan alternativas de pago para compras y ventas bilaterales, aunque de forma incipiente.
“Hay una tendencia mundial liderada por algunos países clave, como Rusia, China e India, de buscar alternativas y nuevas formas de desarrollar sistemas destinados a las transferencias financieras y de información entre sus habitantes, entre sus ciudadanos y también para facilitar el comercio y las transferencias internacionales de recursos”, dijo Walter Franco, internacionalista de Ibmec, una universidad privada de investigación de Brasil.
Creada en 1973 para que las instituciones financieras enviaran y recibieran información sobre transacciones internacionales de forma segura y normalizada, SWIFT opera en Bélgica y cumple la legislación de la Unión Europea (UE), que se refiere incluso al secreto bancario y al derecho a la intimidad.
Paulo Ferracioli, profesor de negocios internacionales de la Fundación Getulio Vargas (FGV), afirma que este sistema funcionó bien hasta el atentado contra las Torres Gemelas de Nueva York el 11 de septiembre de 2001. Desde entonces, una serie de leyes estadounidenses permiten violar el secreto bancario con el pretexto de combatir el terrorismo.
Con la creación del programa Prisma, que trabaja bajo las órdenes de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA) para captar toda la información posible que pasa por internet, se llegó a un acuerdo entre EEUU y la UE sobre SWIFT, explicó.
“Desde entonces, hemos estado estudiando cómo permitir que SWIFT se convierta en un instrumento que permita a Estados Unidos verificar la gran mayoría de las transacciones financieras entre países. Una transferencia de divisas, digamos, de Brasil a Irán, si infringe alguna legislación [estadounidense], alguna sanción contra Irán, Estados Unidos lo sabrá inmediatamente, porque SWIFT será más accesible para Estados Unidos”, abunda Ferracioli.
SWIFT podría ser el más afectado
Es a partir de entonces cuando SWIFT es utilizado por Washington como arma para imponer sanciones y represalias a adversarios y países considerados enemigos, subrayó. “Si un país decide no obedecer la sanción de EEUU a Irán, por ejemplo, y negocia con Irán, el banco de ese país que negoció con Irán puede ser […] sancionado por el Gobierno estadounidense, prohibiendo a ese banco operar en el sistema de Nueva York, lo que es muy grave”, dijo Ferracioli.
El experto señala que el conflicto entre Rusia y Ucrania en Crimea de 2014 puso de manifiesto este uso del sistema al servicio de los intereses estadounidenses y occidentales.
Las sanciones contra Rusia también contribuyeron a debilitar la importancia de SWIFT, en opinión del experto en relaciones internacionales.
“Ya he visto una enorme caída en el movimiento de SWIFT, porque hemos bloqueado la importación y exportación de bienes, la mayoría de ellos, entre estos dos grandes bloques económicos. Y obviamente, desde mi punto de vista, con una pérdida mucho mayor en el lado europeo, occidental, que en el lado ruso”, comentó Franco.
En los últimos años han surgido cientos de sistemas alternativos, algunos incluso consolidados para transacciones bilaterales, como los de China, India y Rusia. “El sistema más avanzado, que es el más interesante, es el chino, el CIPS. Es un sistema que permite realizar transacciones en renminbi, en yuanes, de una forma sencilla y fácil que sólo conocen China y el país implicado en la transacción”, comentó Ferracioli. “Por ejemplo, China no paga en dólares el gas que el gasoducto Siberian Power vende a China. Y Rusia hace compras a China a través del sistema CIPS”, explicó el profesor de la FGV.
SPFS: el sistema de pagos ruso
El sistema de pagos internacional alternativo a SWIFT se creó en 2014 y ha cambiado significativamente el panorama financiero mundial, según los entrevistados.
“Ante estas amenazas que surgieron tras el episodio de Crimea, surgieron presiones para que SWIFT excluyera a los bancos rusos, que solo serían excluidos más tarde. Pero estas presiones comenzaron, y los rusos decidieron empezar a crear un nuevo sistema, que es el SPFS”, dijo el profesor de negocios internacionales.
El Sistema de Transferencia de Mensajes Financieros (SPFS) cuenta ya con 557 bancos y empresas, entre ellos 159 extranjeros de 20 países, según las autoridades rusas. “Desde 2022, la presidencia del Banco Central de Rusia ha decidido que ya no dará los nombres de los países y organizaciones que se han adherido a SWIFT. Porque SWIFT, cuando un nuevo banco se unía, empezaba a presionar al banco para que no se uniera al sistema [ruso]. La última [lista] que tienen es de 20 países interconectados y 23 grandes bancos internacionales”, comentó Ferracioli.
Para Franco, el sistema ruso, que ya tiene 10 años, ha supuesto una mayor competencia, rapidez y un mayor control estatal de sus propias transacciones.
“Desde el momento en que desarrollas tu propia herramienta, el control sobre medir los volúmenes y las transacciones, es mucho mayor. Así que, desde este punto de vista, veo que este sistema es positivo, tiene la posibilidad de crecer y desarrollarse y actuar en paralelo con varios otros en el escenario global internacional”, comenta.
Dólar y SWIFT: dos caras de la misma moneda
El problema, según Ferracioli, es que la mayoría de las transacciones financieras actuales se realizan en dólares, lo que obliga a muchos países a utilizar SWIFT. “Si el sistema ruso empieza a funcionar bien, no sustituirá inmediatamente al efecto SWIFT. Tampoco significará inmediatamente que el dólar deje de utilizarse. Pero sí crea posibilidades de que se utilicen otras monedas, por lo que algunos países podrían estar interesados”.
Actualmente, es muy difícil alejarse de SWIFT debido a la dependencia del dólar, dijo. Por lo tanto, la búsqueda de la utilización de otras monedas acaba convirtiéndose en una consecuencia de este proceso.
El académico del Ibmec dijo que estos movimientos son parte de un proceso natural de desarrollo, enriquecimiento, diversificación de otras economías, nuevos pactos comerciales y visiones políticas, resultado de cambios en la realidad de la geopolítica mundial. “En el caso de China, uso CIPS, o en el caso de India, UPI, para desarrollar el comercio. Así que naturalmente otras monedas están ganando protagonismo y peso en este escenario internacional, lo que sin duda reduce el peso y la importancia del dólar en este mismo comercio”.