Los expertos consideran que esta enfermedad, a la que se conoce como la «gran imitadora» porque sus síntomas pueden variar mucho, en 2022 tuvo un repunte, cuando los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) informaron más de 200 mil casos de la enfermedad, la cifra más alta desde 1950.
También la sífilis congénita se multiplicó por 10 en la última década, según los CDC, aunque el 90 por ciento de los casos son totalmente prevenibles.
Señalan que la mayoría de las personas no presentan síntomas ni saben que están infectadas, e incluso si visitan el consultorio del médico, no hay garantía de que se les diagnostique correctamente.
La naturaleza integral de la pandemia de Covid-19 añadió leña al fuego, ya que los departamentos de salud pública redirigieron los recursos de ITS (Infecciones de Transmisión Sexual) hacia la lucha contra el coronavirus.
“Las soluciones para controlar la sífilis son relativamente sencillas. No estamos hablando de enfoques de alta tecnología ni de una terapia novedosa”, dijo el doctor Dave Chokshi, presidente de la Common Health Coalition y excomisionado de Salud de la Ciudad de Nueva York, citado en medios locales.
“Simplemente se trata de cerrar brechas en las pruebas y el tratamiento”, añadió.