“Llamo la atención sobre el hecho de que ninguna de las iniciativas –incluidas las presentadas por nuestros buenos colegas, socios, con las mejores intenciones– resuelve los problemas con los derechos de las personas que hablan ruso en las tierras que [Volodímir] Zelenski considera suyas”, señaló el canciller ruso, durante una rueda de prensa al término de la séptima reunión del Diálogo estratégico Rusia-Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo (CCEAG).
Indicó que examinó este problema “clave” con sus homólogos de la India y Brasil, Subrahmanyam Jaishankar y Mauro Vieira, respectivamente, durante las reuniones del 9 de septiembre, ya que esos países se muestran dispuestos a contribuir a la solución de la crisis ucraniana.
Asimismo, saludó la iniciativa del presidente de China, Xi Jinping, que propone analizar las causas principales que provocaron el conflicto.
“Solo al comprender las causas principales, será posible eliminarlas con seguridad”, declaró Lavrov.
Rusia nunca ha tomado en serio la iniciativa de Zelenski, que es “un ultimátum”, y el hecho de que “Occidente se aferre a este ultimátum” significa que “no quiere negociar de manera justa”, sino que pretende seguir haciendo todo lo posible para tener la oportunidad de declarar una derrota estratégica a Rusia en el campo de batalla, aseguró.
“Si debatimos los llamamientos a un alto al fuego y pensamos en los intercambios territoriales, esto no es serio porque, repito, el problema no son los territorios, el problema son los derechos de las personas [en Ucrania], que fueron pisoteados por la ley y que no están mencionados de manera concreta en ninguna de las iniciativas que flotan en el espacio político”, contestó Lavrov a una pregunta sobre las posibles negociaciones con Kiev.
Agregó que Moscú está listo para hablar de un posible lugar para celebrar un encuentro dedicado a la solución del conflicto, cuando conozca lo que será examinado y vea una disposición seria de proteger los derechos humanos.
Las fuerzas rusas llevan a cabo desde febrero de 2022 la operación militar especial para detener los bombardeos ucranianos contra los civiles de Donetsk y Lugansk, dos territorios que se independizaron de Ucrania en 2014 y se incorporaron a Rusia en septiembre de 2022.
En noviembre de 2022, Zelenski presentó su “fórmula de paz”, de 10 apartados: seguridad radiológica y nuclear; seguridad alimentaria; seguridad energética; liberación de prisioneros y deportados; implementación de la Carta de la ONU; retirada de las tropas rusas y cese de hostilidades; justicia; protección del medio ambiente; prevención de la escalada; y confirmación del fin de la guerra.
A su vez, a mediados de junio pasado, Putin formuló varias condiciones clave para iniciar las negociaciones de paz, en particular, que Ucrania retire las tropas de cuatro nuevos territorios rusos (Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporozhie), desista de adherirse a la OTAN y mantenga el estatus neutral, no alineado y no nuclear; y que además se levanten todas las sanciones contra Rusia. Zelenski, por su parte, rechazó la propuesta, calificándola de ultimátum.
Rusia no se opone a comunicarse con Occidente
Igualmente, Lavrov aseguró que Rusia no cierra las puertas a la comunicación con Occidente bajo el auspicio de la ONU.
“No cerramos las puertas a la comunicación con Occidente, para eso tenemos la ONU”, puntualizó Lavrov en una rueda de prensa.
Sin embargo, recordó que Occidente utilizó esta plataforma “solo para acusaciones constantes y declaraciones falsas” en lugar de buscar un equilibrio de intereses.
En este contexto, Lavrov citó el ejemplo del Grupo de los Veinte (G20) que tiene entre sus miembros tanto a los países que promueven la línea prooccidental, como los que comparten la filosofía de los BRICS.
El canciller ruso subrayó que los países de G20 lograron encontrar un compromiso en las últimas cumbres del grupo celebradas después del inicio del conflicto ucraniano.
“Los intentos de ucranizar la agenda del G20 no tienen éxito. En el G20 está fijo el enfoque cuando se puede acercar de alguna manera las posiciones aparentemente irreconciliables. Y sería útil seguir este ejemplo en otras estructuras, principalmente en los órganos de la ONU, en el Consejo de Seguridad”, señaló el ministro de Exteriores ruso.
Nuevos miembros en los BRICS
Con respecto a la ampliación de los BRICS, en palabras de Lavrov, Rusia sostiene que muchas solicitudes de ingreso en el grupo merecen ser estudiadas.
“En cuanto a la incorporación de nuevos miembros [del grupo BRICS], las solicitudes son numerosas, estas decisiones se toman por consenso. Creemos que muchas de estas solicitudes merecen una cuidadosa consideración (…). En Nueva York, en el marco de la Asamblea General, se celebrará una reunión ministerial de los BRICS, donde las examinaremos”, dijo.
Los documentos estarán preparados para la cumbre de los BRICS que se celebrará en octubre próximo en Kazán (capital de la república rusa de Tartaristán), uno de los temas principales de la agenda de la cual se formula precisamente como ampliación del grupo.
Se estudiará la posibilidad de los pretendientes que reúnen los criterios para obtener el estatuto de Estado socio, lo que supone participar en todas las actividades del grupo, refirió.
El grupo BRICS se fundó en 2006 por Brasil, China, la India y Rusia; en 2011 a ellos se unió Sudáfrica, surgiendo la sigla BRICS. En 2024 en el grupo ingresaron también Arabia Saudita, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán.
A esta agrupación le corresponde el 34% del territorio y el 45,2% de la población del planeta y el 36,7% del PIB mundial en cuanto a la paridad de poder adquisitivo.