“Los principales cruces hacia el norte de Gaza han sido cerrados y serán inaccesibles si continúa esta escalada”, dijo a la prensa Farhan Haq, portavoz adjunto del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.
De acuerdo con el vocero, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) distribuyó sus últimas reservas de alimentos en esa porción a socios y cocinas que albergan a familias desplazadas, pero apenas alcanzan para dos semanas.
“Muchas de esas cocinas, puntos de distribución y panaderías se vieron obligadas a cerrar, y otras corren el riesgo de hacerlo si el conflicto continúa a esta escala”, alertó el organismo.
Mientras, el control impuesto por las Fuerzas de Defensa de Israel dificulta la entrada de harina de trigo y otros insumos en la región sur, lo que aumenta el riesgo de paralizar su labor.
“La ayuda que llega a Gaza está en su nivel más bajo en meses. Nadie ha recibido paquetes de alimentos este mes debido al acceso limitado a los suministros”, subrayó Haq durante una sesión informativa.
Por su parte, la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) aseguró que los últimos acontecimientos en la provincia de Gaza del Norte obligaron a suspender los servicios de protección y cerrar los de tratamiento de la desnutrición, que beneficiaban a unos mil niños.
El agravamiento del contexto también provocó el cierre de cinco espacios de aprendizaje temporales, gestionados para más de 750 niños, mientras aumenta el número de heridos por traumatismos en la zona.
En la zona norte, además, se reporta la mayor parte de los desplazamientos, a pesar de que los organismos de ayuda no cuentan con tiendas de campaña disponibles para apoyar a las familias recién desplazadas.