En el marco del encuentro de ministros de Defensa de la OTAN, un grupo de 13 países miembros aprobaron el desarrollo de una red de comunicaciones satelitales en la región del Ártico, que, según el informe oficial de la reunión, será «segura, resistente y fiable».
Este jueves, los ministros reunidos en Bruselas acordaron impulsar la iniciativa Northlink, para construir en todo el Ártico sistemas de comunicación basados en el espacio exterior y utilizando satélites comerciales ya existentes.
Entre las naciones que apoyaron el proyecto están Dinamarca, Canadá, Islandia, Noruega, Estados Unidos, Suecia y Finlandia, todos con territorios bajo su control en el Ártico, así como Francia, Alemania, Hungría, Italia, Luxemburgo y los Países Bajos.
El plan implica «aprovechar los servicios de las constelaciones de satélites de comunicación» para establecer una «red multinacional de comunicaciones para el Ártico».
Además, en el marco de sus esfuerzos para «apoyar la entrega de tecnologías espaciales por parte de los aliados», la OTAN presentó una segunda iniciativa: Starlift, que «investigará formas de fortalecer el acceso de la OTAN al espacio y su uso para abordar una serie de desafíos derivados de operar desde allí».