
«Para el 31 de octubre solicitamos una sesión sobre el suministro de armas occidentales a Ucrania y sus consecuencias para las perspectivas de una solución pacífica a la crisis ucraniana», escribió Polianski en su canal de Telegram.
Rusia también celebrará una reunión informal sobre la fórmula Arria relativa a los crímenes del régimen ucraniano contra civiles en regiones rusas, en particular en la región de Kursk, añadió.
Rusia continúa desde el 24 de febrero de 2022 una operación militar especial en Ucrania, cuyos objetivos son proteger a la población de un genocidio por parte de Kiev y atajar los riesgos de seguridad nacional que representa el avance de la OTAN hacia el este.
El pasado 6 de agosto las tropas ucranianas iniciaron una incursión armada en la región de Kursk y ocuparon varias áreas.
Desde el 9 de agosto, la región vive una situación de emergencia de nivel federal.
El presidente ruso, Vladímir Putin, prometió «una digna respuesta» a la provocación de Kiev, al que acusó de disparar indiscriminadamente contra instalaciones civiles, y reafirmó que Rusia logrará todos los objetivos de su operación militar especial.