«Durante 24 horas, 4.660 personas cruzaron la frontera de la República Árabe Siria desde el territorio del Líbano a través de los puestos de control de Arida, Jawsiya, Dabousieh, Jisr Al Qamar y Jdaidet Yabous», dijo el oficial citado en un comunicado publicado en la web del centro.
Según el texto, los militares rusos entregaron más de una tonelada de alimentos a los refugiados.
El Ejército israelí cruzó a principios de octubre la llamada Línea Azul y sostiene combates puntuales en el sur del territorio libanés con la milicia chií Hizbulá.
Esta organización, junto con el movimiento palestino Hamás en la Franja de Gaza, las fuerzas hutíes del movimiento Ansarolá en Yemen y las milicias proiraníes de Irak y Siria, forma parte del llamado ‘eje de resistencia’ contra el Estado hebreo en Oriente Próximo y lleva un año lanzando cohetes a las zonas del norte de Israel.
La incursión terrestre sigue a dos oleadas de detonaciones de dispositivos de control remoto a lo largo del Líbano y una campaña de bombardeos aéreos para descabezar a Hizbulá, cuyo dirigente histórico, Hasán Nasralá, murió en un ataque con bombas antibúnkeres sobre un edificio residencial de Beirut. La capital libanesa no sufría bombardeos israelíes desde la guerra de 2006.
Para el 20 de octubre, la escalada del conflicto entre Israel e Hizbulá había provocado al menos 2.464 muertos y más de 11.500 heridos, según el Ministerio de Salud libanés.
En lo que va de este mes, la Fuerza Interina de las Naciones Unidas en el Líbano (Finul) denunció varios ataques del Ejército israelí contra sus posiciones, con cinco cascos azules heridos hasta la fecha. Israel sostiene que Hizbula utiliza a efectivos de la Finul como escudos humanos e instó a retirar esta fuerza de paz desde el sur del Líbano.