«Tenemos información confiable de que los servicios especiales occidentales, sobre todo el MI6 (Servicio de Inteligencia Secreto) británico, preparaban periódicamente grupos de sabotaje e inteligencia ucranianos para organizar provocaciones en las centrales nucleares de Rusia», dijo Nebenzia durante una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU.
A principios de octubre, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, denunció un creciente nivel de desinformación difundida por medios de comunicación europeos sobre una presunta amenaza de bombardeo de las plantas ucranianas por parte de las tropas rusas.
Según Lavrov, estas informaciones tienen por objetivo desviar la atención de los crímenes de Kiev.
En particular, el pasado 7 de octubre el Servicio de Inteligencia Exterior ruso informó que el plan de la incursión armada ucraniana en la región rusa de Kursk incluía la captura y el minado de la central nuclear de dicho lugar.
Por su parte, el jefe de la corporación estatal rusa Rosatom, Alexéi Lijachov, afirmó que las autoridades de Kiev hacen caso omiso de las normas de seguridad nuclear, bombardeando las ciudades nucleares rusas: Energodar, cerca de la cual se encuentra la planta de Zaporozhie, y Kurchátov, cercana a la central de Kursk.