«Este grupo fue formado sobre la base de la Legión Internacional y está guiado por la GUR del Ministerio de Defensa de Ucrania. (…) Se convirtió en una mezcolanza de profesionales que llegaron a Ucrania. No tiene nada sorprendente. Esta es una situación completamente habitual para ellos desde 2022», destacó Prózorov.
El antiguo representante del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU, por sus siglas en ucraniano) subrayó que es por eso que las incursiones de los grupos de sabotaje ucranianos en territorio ruso son supervisadas por el GUR. En su opinión, los miembros del grupo bien podrían pertenecer a diferentes unidades de los países de la OTAN.
«Las fuerzas especiales de los países de la OTAN entrenan juntas constantemente y disponen de un sistema de entrenamiento y gestión unificado, e incluso de tácticas unificadas. (…) Además, todas las fuerzas especiales de la OTAN han combatido juntas regularmente en Afganistán e Irak, y realmente saben cómo encontrar un terreno común», señaló.
Anteriormente, Prózorov declaró a Sputnik que la Legión Internacional de las Fuerzas Armadas de Ucrania, formada por mercenarios, está compuesta por unas 3.000 personas.
Previamente, el Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB, por sus siglas en ruso) informó que el 27 de octubre fue frustrado un intento de un grupo de sabotaje compuesto por extranjeros de incursionar en la provincia de Briansk.
En total, fueron eliminados cuatro saboteadores, y el resto del grupo sufrió pérdidas tras ser alcanzado por cohetes y artillería. Entre los bienes personales de los abatidos figuran una bandera canadiense, un libro de oraciones en polaco y un cuaderno con notas sobre el entrenamiento táctico en inglés. Uno de los mercenarios asesinados tenía un tatuaje que indica que pertenecía al 75.° Regimiento de Rangers de las fuerzas especiales de EEUU.
Rusia continúa desde el 24 de febrero de 2022 la operación militar especial en Ucrania, cuyos objetivos son proteger a la población de un genocidio por parte de Kiev y atajar los riesgos de seguridad nacional que representa el avance de la OTAN hacia el este.
Las provincias rusas limítrofes con Ucrania, como Bélgorod, Briansk, Kursk y Vorónezh, denuncian regularmente impactos de proyectiles, incursiones de drones y otros ataques desde el otro lado de la frontera, que obligan a la población a buscar refugio en otros lugares.
