«Si los controladores del régimen de Kiev, sus titiriteros, reconocen que no hay alternativa a la solución que el presidente de Putin formuló en un encuentro con altos cargos de la Cancillería rusa el 14 de junio pasado, ajustándola a los cambios que han tenido lugar sobre el terreno desde entonces, si se dan cuenta de que no tiene alternativa, en este caso sí habrá cabida para una solución negociada», declaró Riabkov a Sputnik.
Acto seguido, el vicecanciller advirtió de que «no habrá base alguna para una negociación si perseveran en su error, insisten en algunos esquemas mal entendidos, siguen exacerbando la situación con asistencia y armas a Kiev y le instigan a cometer nuevas provocaciones y crímenes».
«Tienen que hacer una elección bastante simple, binaria, entre aceptar las propuestas de Putin o continuar con lo de ahora, con la perspectiva de un mayor deterioro de la situación para ellos», enfatizó Riabkov.
Rusia continúa desde el 24 de febrero de 2022 la operación militar especial en Ucrania, cuyos objetivos son proteger a la población de un genocidio por parte del Gobierno de Kiev y atajar los riesgos de seguridad nacional que representa el avance de la OTAN hacia el este.
Las tropas ucranianas son apoyadas militarmente por esta alianza de 32 países con Estados Unidos al frente.
A mediados de junio pasado, Putin formuló varias condiciones clave para iniciar las negociaciones de paz, en particular, que Ucrania retire las tropas de cuatro nuevos territorios rusos (Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporozhie), desista de adherirse a la OTAN y mantenga el estatus neutral, no alineado y no nuclear; y que además se levanten todas las sanciones contra Rusia.