El 5 de octubre del año pasado la Cámara de Representantes belga votó por unanimidad a favor del reconocimiento político de las víctimas vietnamitas del agente naranja. Este herbicida fabricado por empresas como Monsanto o Dow Chemical fue esparcido por el ejército estadounidense entre 1961 y 1971 durante la Segunda Guerra de Indochina.
El objetivo de estas operaciones militares era privar a las tropas del Frente de Liberación Nacional de escondites y alimentos, atacando bosques y granjas. Desde la intensificación de las fumigaciones en 1964, se ha puesto de relieve las graves consecuencias para la salud y el medio ambiente de este tipo de armas.
En algunos casos los lotes de Agente Naranja estaban contaminados con dioxinas. Las diversas movilizaciones también han puesto de relieve su carácter ilegal según el derecho internacional.
Más de 50 años después del fin de las fumigaciones, Bélgica reconoce públicamente la existencia de víctimas y se compromete, a través de una “Resolución relativa a la asistencia a las víctimas del uso del agente naranja durante la guerra de Vietnam”, a proporcionarles apoyo humanitario, técnico, científico y político.
El parlamento belga se convirtió entonces en el primero del mundo en aprobar una legislación de este tipo. La Resolución reconoce los graves impactos medioambientales y sanitarios causados por el herbicida, subraya la responsabilidad de Estados Unidos y de las empresas productoras y expresa la solidaridad de Bélgica con Vietnam.
Pide al gobierno belga que busque una solución justa y duradera para las víctimas, que apoye a Vietnam y que lleve esta cuestión a la escena internacional, en particular a la Unión Europea, la ONU y la OMS. Finalmente, fomenta el desarrollo de tecnologías y asociaciones de investigación para reparar los daños causados.
A los diputados europeos este tipo de declaraciones les entusiasma porque no les cuesta nada y mantiene su imagen impoluta de defensores de los derechos humanos en el mundo. Sólo les falta reconocer que ellos hicieron lo mismo mucho tiempo antes que Estados Unidos.