Redacción Internacionales PCC y UP.— En ese marco, la situación de América Latina se torna más complejo. Es necesario conectar estos desafíos con la situación económica y política de Colombia, en la que se resalta la imprescindible unidad de las fuerzas políticas y sociales de nuestro país, con la perspectiva de ganar las elecciones presidenciales del 2026.
El panorama ofrece una serie de agresiones promovidas por la OTAN en varias regiones del planeta. El llamado de las fuerzas democráticas y revolucionarias del mundo es la lucha por la paz, la defensa de la soberanía y la autodeterminación de los pueblos. Todo ello bajo el entendido que para los imperialistas el diálogo no es una alternativa, ya que la desestabilización y guerra se tornan una necesidad como una forma de salida a la crisis que atraviesa el sistema de dominación global.
El genocidio y la limpieza étnica promovida por Israel contra Palestina laceran la dignidad humana. La agresión se ha extendido al Líbano, donde incrementa el desplazamiento forzado que se acerca a seis millones de personas. La OTAN y sus aliados se expanden al territorio sirio y amenaza la soberanía de otros Estados de la región como Argelia.
La reacción de los pueblos del mundo ha generado que el propio Tribunal Penal Internacional (TPI) haya emitido una orden de prisión contra el primer ministro de Israel Benjamin Netanyahu y su ministro de Defensa por crímenes contra la humanidad. La ONU ha mostrado su incapacidad para construir soluciones diplomáticas y detener la guerra, hoy más que nunca es necesario su reforma, en especial de su Consejo de Seguridad.
El marco geopolítico está cambiando, tiene como ejes la seguridad y el desarrollo socioeconómico. La reunión de los BRICS en Kazan en el mes de octubre abrió el diálogo de “outreach”/“BRICS Plus” que permitió la participación de Mercados Emergentes y Países en Desarrollo (MEPDs) de África y América Latina permitiendo iniciar una posibilidad más concreta de cooperación e intercambio comercial más equitativo con países como Colombia, para avanzar en mejores condiciones para el uso de recursos estratégicos para el desarrollo.
América Latina
En el ámbito regional, aunque hay un fuerte impulso de las derechas más recalcitrantes, empujadas por los triunfos de Milei y Trump, la izquierda da una batalla en los frentes electoral, político y cultural. Las victorias de MORENA en México, del PSUV en Venezuela y del Frente Amplio en Uruguay reflejan un momento de continuidad y de repunte que posibilita avanzar en la integración con soberanía, como algo factible, además de necesario, aliadas a las potencialidades de Brasil y de nuestro propio país.
Estos triunfos se han producido sobre la base de autocríticas profundas, un complejo amalgamamiento con las bases populares, la unidad de las fuerzas progresistas y de izquierda y una táctica efectiva de comunicación que ha superado el bloqueo de los medios de comunicación de masas lo que ha dinamizado la lucha social de masas, soporte fundamental de los proyectos de cambio.
Caso aparte es el mundo andino, las divisiones en el campo popular boliviano amenazan la estabilidad y continuidad del proyecto encabezado por el MAS; en la Perú la división de las fuerzas populares y la persecución contra las masas movilizadas han logrado no solo mantener a Bouluarte en el poder, sino prestar su territorio para el tránsito de tropas yankis y la posible instalación de una base militar de la OTAN.
En Ecuador, con el argumento del combate al terrorismo, se da permiso de estadía de tropas extranjeras, cooperación de múltiples organismos de inteligencia imperialistas y la posible recuperación de la base militar de Manta por los gringos. Si a ello se suma la presencia de tropas británicas en Guyana y el permiso de tropas yankis en San Vicente y las Granadinas, nos muestran una tenaza político-militar contra la Venezuela bolivariana y Colombia con el Pacto Histórico.
El papel de nuestro Gobierno
El Gobierno colombiano ha sido protagonista en la defensa del medio ambiente, el cuidado de la biodiversidad y la transición energética, con respeto por la tierra y el agua, como fuente de vida. Estos lineamientos de política exterior se cristalizaron tanto en la COP16 que fue acompañada por el mundo y, en particular, por los pueblos indígenas, campesinos y afrodescendientes.
En segundo lugar, colocando de relieve el avance en la dignificación del trabajo, se realizó la XXII Conferencia Interamericana de ministros del Trabajo, en la cual se colocó de relieve los avances del gobierno del cambio en materia pensional y la defensa y recuperación de los derechos de los y las trabajadores.
Como reconocimiento al impulso de Reforma Agraria, la FAO aprobó la realización en 2026 de la II Conferencia Internacional de Reforma Agraria y Desarrollo Rural, en la que se discutirá alrededor de una gobernanza responsable de la tenencia de la tierra, la pesca y los bosques, para que contribuyan a combatir el hambre y la pobreza en el campo, de la mano de las comunidades rurales.
El PCC y la UP
Todas las fuerzas del Pacto Histórico debemos reconocer el desafío que enfrentamos y la ineludible necesidad de triunfar en 2026. Nuestra tarea, junto con el pueblo, es impedir el retorno de la derecha, cuyo ADN está marcado por la exclusión, la violencia y la práctica del terrorismo de Estado. Además, esta derecha desarrolló históricamente una política externa hostil a los procesos de cambios y transformaciones progresistas en el continente.
Nos jugamos mucho para nuestra querida patria y nuestro amado pueblo. Las vicisitudes históricas nos han colocado en el centro de la batalla por la paz, la soberanía y la integración regional. Junto al pueblo, no seremos inferiores a los desafíos que tenemos por delante.