En una entrevista con el canal de televisión Rossiya 1, Lavrov puntualizó que, por iniciativa de Rusia, los líderes de los cinco países miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU revalidaron en 2021 la fórmula planteada en 1987 por los entonces dirigentes de la Unión Soviética y de Estados Unidos, Mijaíl Gorbachov y Ronald Reagan, de que una guerra nuclear es inadmisible y no puede haber vencedores en ella.
«No queremos caldear el tema de los riesgos que implica el uso de armas nucleares. Somos firmes partidarios de la fórmula de que no puede haber vencedores en una guerra nuclear y el presidente [Vladímir Putin] lo ha dicho en reiteradas ocasiones. Ahora bien, no recomendaría a nadie tentar nuestra paciencia y nuestra determinación de defender los intereses nacionales con todos los medios disponibles», afirmó Lavrov.
El ministro remató su advertencia parafraseando un versículo de la Biblia: «El que tiene oídos para oír, que oiga. El que tiene sesos, que lo asuma».
Rusia no se hace ilusiones sobre una solución fácil a la crisis ucraniana
«No nos hemos hecho ni nos hacemos ilusiones sobre la posibilidad de una fácil solución a la crisis ucraniana. Puede resolverse solo en el contexto de un acuerdo sobre seguridad y estabilidad fiables en Europa, teniendo en cuenta los intereses de Rusia y, por supuesto, los intereses legítimos de todos los demás países», señaló.
Según el ministro, todo el mundo espera «algunos cambios con la llegada de la Administración de Donald Trump». Sin embargo, Washington tiene un consenso bipartidista sobre el apoyo a Kiev, subrayó el alto diplomático.
Lavrov precisó que las propuestas de paz formuladas por el presidente ruso, Vladímir Putin, para resolver la situación en torno a Ucrania no son condiciones previas.
Además, el canciller enfatizó que Rusia no apoyará un alto el fuego con Ucrania, para no permitir que Kiev «vuelva a acumular fuerza con la ayuda de Occidente y comience nuevos intentos de seguir las instrucciones de sus amos para infligir una derrota estratégica a Rusia».
«Necesitamos acuerdos confiables y legalmente vinculantes, que tengan como objetivo eliminar las principales causas profundas del conflicto, incluida la seguridad general en Europa, la expansión de la OTAN y, por supuesto, los derechos de las personas (…) que se pronunciaron a favor de la reunificación con Rusia», agregó.
La última ronda de conversaciones entre Moscú y Kiev para acordar el fin de las hostilidades se realizó el 29 de marzo de 2022 en la ciudad turca de Estambul y, desde entonces, los países no han vuelto a retomarlas.
Moscú, en repetidas ocasiones, se declaró dispuesto a reanudar el proceso negociador con Kiev, pero lo condicionó a la cancelación del decreto ucraniano que prohíbe retomar las negociaciones con Rusia.
El pasado 14 de junio, Putin formuló varias condiciones clave para iniciar las negociaciones de paz, en particular, que Ucrania retire las tropas de cuatro nuevos territorios rusos, es decir, Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporozhie, desista de adherirse a la OTAN y mantenga el estatus neutral, no alineado y no nuclear, y que además se levanten todas las sanciones contra Rusia. Volodímir Zelenski, a su vez, rechazó la propuesta, calificándola de ultimátum.