«Científicos del Instituto de Materiales para Reactores [perteneciente a la división científica de Rosatom] dominaron la tecnología de fabricación del isótopo terbio-161. Está previsto utilizarlo en la producción de una amplia gama de radiofármacos de nueva generación», precisó.
Cabe señalar que la empresa ha enviado un lote de prueba del nuevo producto para su ensayo al Centro Científico Granov de Radiología y Tecnologías Quirúrgicas del Ministerio de Salud ruso, situado en la ciudad de San Petersburgo.
«Los estudios preclínicos demuestran que la dosis administrada por el isótopo terbio-161 es, por término medio, 1,5 veces superior a la de un medicamento similar», declaró el subdirector de trabajos científicos del Centro Granov, Andréi Stanzhevski.
También añadió que esto permite reducir la cantidad de radiofármaco administrado en comparación con los preparados a base de lutecio, lo que reducirá la carga de radiación sobre el paciente y la irradiación de órganos y tejidos intactos.
Ahora los científicos están estudiando otras posibilidades de uso del isótopo: sus propiedades fisicoquímicas y su amplio espectro de radiación sugieren que en el futuro será posible crear toda una gama de radiofármacos basados en él, para el tratamiento de distintos tipos de tumores y otras enfermedades que requieren radioterapia de alta precisión.
El sector nuclear ruso produce la gama más amplia del mundo de isótopos radiactivos y estables para uso médico. Más de 2,5 millones de pacientes de todo el mundo son diagnosticados y tratados anualmente gracias a estos productos.
