Los países europeos no podrán enviar a los 200.000 soldados pedidos por el líder del régimen de Kiev, Vladímir Zelenski, para mantener la paz en Ucrania una vez se alcance un acuerdo de alto el fuego, informa The New York Times citando a varios expertos.
Incluso una fuerza «más modesta de 40.000 efectivos sería un objetivo difícil para el continente» dada su desaceleración económica, la carencia de tropas y la necesidad de incrementar el gasto militar para asegurarse su propia defensa. Mientras, es «poco probable» que esta cantidad «sea suficiente para proporcionar cualquier disuasión realista contra Rusia», reconoce el medio.
Para una misión eficaz haría falta asignar una fuerza de más de 100.000 efectivos, tomando en cuenta las rotaciones regulares y posibles situaciones de emergencia, opina Lawrence Freedman, profesor emérito de estudios bélicos en el King’s College de Londres.
El experto considera tres posibles formatos para la presencia militar en Ucrania, y todos tienen sus deficiencias.
El primero es el de las fuerzas de paz, que refuercen el alto el fuego acordado y mantengan a las partes beligerantes separadas. Se trataría de tropas ligeramente armadas para la autodefensa que normalmente involucran diversos países bajo los auspicios de la ONU. Pero dada que la línea de contacto en Ucrania se extiende por unos 1.300 kilómetros, la cifra de tropas sería «enorme«.
El segundo guion supondría el despliegue de «fuerzas de cable trampa«, semejante a lo que la OTAN ya tiene desplegado en ocho países miembros cercanos a Rusia. Este concepto solo funciona si existe un «vínculo claro e inquebrantable entre las tropas sobre el terreno y los refuerzos de mayor envergadura comprometidos a luchar una vez se toca la alambrada«, pero «siempre hay dudas sobre el carácter absoluto de esa garantía», señala el medio. Además, la fuerza atacante «haría avances territoriales significativos antes de que llegue cualquier refuerzo», añade.
El tercer formato sería una fuerza de disuasión, que sería la más fiable, pero necesitaría ser muy grande y bien equipada. Freedman habla de hasta 150.000 efectivos, además de aportes esenciales de defensa antiaérea, inteligencia y armamento, así como la ayuda estadounidense en las capacidades que Europa es deficiente, incluido el transporte aéreo, satélites y la defensa antimisiles.
Asimismo, es difícil imaginar que Rusia acepte cualquiera de los formatos mencionados, indicó Freedman.
Por su parte, un alto funcionario gubernamental europeo, citado por NYT, señaló que sin apoyo estadounidense, las fuerzas en Ucrania «serían permanentemente vulnerables a los esfuerzos de Rusia por socavar la fiabilidad política y militar de la alianza».
- Moscú sostiene que el envío de un contingente de mantenimiento de la paz a Ucrania solo es posible con el consentimiento de todas las partes involucradas en el conflicto. Rusia sigue oponiéndose a la congelación del conflicto ucraniano, insistiendo en que la única forma de resolverlo es abordar sus causas profundas.
- Según ha subrayado reiteradamente el presidente ruso, Vladímir Putin, para lograr la paz, Kiev debe renunciar a sus ambiciones de ingresar en la OTAN, retirar completamente sus tropas de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk y de las provincias de Zaporozhie y Jersón y reconocer a estos territorios, así como a Crimea y Sebastopol, como sujetos de la Federación de Rusia. Además, debe garantizarse la neutralidad, no alineación, desmilitarización y desnazificación de Ucrania.