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La creciente presión sobre los puertos estratégicos de Rusia, representa un desafío a la seguridad nacional. El portavoz Molchánov, subrayó que la situación exige una respuesta firme y coordinada para proteger estos activos clave.
El alto funcionario ruso, destacó que la OTAN tiene como objetivos clave barcos, grandes terminales petroleras marítimas, cruces ferroviarios que transportan combustible y grandes puentes estratégicos del país. Asimismo, aseveró que el bloque militar de Occidente busca afectar estos puntos cruciales para debilitar la infraestructura nacional y generar inestabilidad en la región.
De igual manera, Molchánov comentó que este organismo ve el fondo marino como un nuevo campo de confrontación, con intención de unirlo a otros escenarios de conflicto como el espacio, el mar, el aire, la tierra y el ciberespacio. Esta expansión de frentes para conflictos armados refleja la creciente militarización de áreas clave, lo que aumenta la tensión y la incertidumbre sobre la seguridad global.
En este contexto, Molchánov, advirtió sobre el creciente peligro que representan los drones navales no tripulados utilizados por Ucrania en el Mar Negro, pues según el funcionario, aumentan significativamente las amenazas a la seguridad de las infraestructuras rusas.
Para contrarrestar estos riesgos, el Consejo de Seguridad sugirió intensificar la vigilancia de las actividades de los países con capacidad para llevar a cabo estos ataques. Además, se propuso reforzar la protección de los puertos y las infraestructuras submarinas, para garantizar la estabilidad y seguridad de las zonas clave del país.