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Francisco Valverde (Unidad y Lucha).— La tarde que Mariano Rajoy se encerró durante horas en un local, mientras se llevaba a cabo su moción de censura, recuerdo brindar con unos amigos con los que había quedado esa misma tarde, mientras la tele del bar lo retransmitía en directo. ¡Pa tu casaaaa!, decíamos entre risas, pipas y cerveza, mientras nos partíamos con cientos de memes que inundaban las redes. ¡Qué jolgorio! Tenía muy claro qué era y qué es el PSOE y la continuidad en esencia que suponen sus gobiernos, pero necesitábamos soltar un poco después de tanto palo, recorte y mordaza a degüello.
Se nos pasó la risa hace ya tiempo… Después de casi 8 años de esto, el Gobierno PSOE-Unidas Podemos primero, y de PSOE-Sumar posteriormente, han hecho méritos sobrados para colocarse el pin del Gobierno “más pro-guerrerista de la historia”.
Medidas sociales, ¿con qué saldo?
Sí, han llevado a cabo medidas sociales, pero… ¿con qué saldo? A través de maniobras de trilero. Con una mano han subido el salario mínimo pero con la otra el resultado es que la clase trabajadora ha perdido poder adquisitivo, han subido las cifras de empleo, porque al trabajo parcial y la precariedad la han llamado “fijos-discontinuos”, hablan de apostar por los servicios públicos, pero atacan las pensiones públicas (pensiones de empresa, cuestionamiento de su viabilidad, planes privados…), se multiplican los seguros sanitarios y se fomenta la jubilación a los 72 años, dicen que prohíben los desahucios, pero tenemos que aumentan las cifras de familias desahuciadas, mientras los rentistas hacen negocio con la vivienda1 …
Y aún así, en la mayoría de centros de trabajo y lo que es peor, en las secciones sindicales, seguimos sin ser capaces de hacer ver a nuestros compañeros y compañeras de esta realidad. Hay que seguir trabajando la conciencia de clase.
100 años demostrando el carácter belicista de la socialdemocracia
Pero vamos a la chicha de verdad: el carácter belicista de este gobierno comprometido con la OTAN y las guerras imperialistas. Desde los gobiernos de Aznar, no hay un gobierno que haya hecho más esfuerzos por contribuir al vasallaje con los EE.UU. y la OTAN, que los gobiernos de Sánchez y compañía. Un buen legado del renegado Kautsky, cien años después.
La Cumbre de la OTAN de 2022 en Madrid, donde a Enrique Santiago, Secretario General del PCE y parte del partido de gobierno Unidas Podemos, no se le ocurrió mejor cosa que decir al respecto que “había que cumplir con nuestras obligaciones internacionales”, fue una humillación a un pueblo al que se nos metió en la OTAN con un referéndum trilero (una vez más), y donde además, todos los gobiernos siguientes han incumplido las tres condiciones que el referéndum daba como garantías en caso de entrada a la OTAN.
Pero el compromiso con su carácter belicista ya lo dejaron claro antes, desde el primer día, pues los gastos militares en España se han incrementado un 64 % desde 20182, el inicio de los gobiernos de “progreso” (pro-guerra más bien) y esto sin tener en cuenta las partidas de guerra que no van directamente al Ministerio de Defensa, sino a través de otros ministerios como ciencia o interior.
La agenda de guerra
Ante la derrota de la OTAN y las tropas ukronazis en el este europeo, ya no se limitan a exigir un 2 % del PIB para gasto militar. El Secretario Gral de la OTAN, M. Rutte, ahora pide el 3 %, y Donald Trump exige el 5 %. La espiral belicista no tendrá fin hasta que la clase trabajadora decida ponerle fin, oponiéndose frontalmente a esta agenda de guerra.
Las instrucciones del amo yanqui a sus vasallos de la Unión Europea son muy claras, ante la decadencia del imperialismo contra China y los BRICS en el campo económico, necesitan incendiar el planeta, convertir a los pueblos que no se someten en estados fallidos como Libia, donde se venden esclavos en las plazas. Destruir los consensos democrático-formales que han ido construyendo durante décadas tras la segunda guerra mundial. Biden ha llevado los misiles de la OTAN a la frontera rusa. Ha forzado una guerra, boicoteando todos los posibles acuerdos para la paz, para intentar debilitar a Rusia, pero también para destruir el tejido industrial de la Unión Europea (UE), para someterla aún más. Destruyó el nuevo gasoducto NordStream, dejando a la UE sin gas barato para obligarla a comprar su gas fracking, que destruye los fondos marinos y es 4 veces más caro. De este ecocidio poco se habla en los foros de occidente imperialista. Trump continúa con esta política, y exige más esfuerzos y sometimiento a los intereses del imperialismo.
Y el gobierno, que empezó diciendo que solo enviaría cascos y materiales defensivos a Ucrania, tras la llamada de la embajada norteamericana, a pies juntillas procedió a desdecir sus palabras en cuestión de días para asegurar que España enviaría armas. Lo de después es una escalada progresiva: compromiso de llegar al 2 % en gasto militar, envío de armamento a paramilitares fascistas ucranianos, entrenamiento de tropas ukronazis en España y el pasado mes de enero, ya abiertamente, a ofrecer el envío de tropas españolas a Ucrania . Lo mismo puede decirse con respecto a las relaciones con Israel. Un gobierno incapaz de romper relaciones y cesar en el comercio de armas con el ente sionista y genocida.
La última “performance” es la organización, desde el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN), de una campaña de formación de alcaldes y diputados autonómicos, para convencer a la opinión pública de la necesidad de la guerra. Esta operación ideológica probelicista no es algo aislado por parte del gobierno; ya denunciamos en UyL los panfletos del Ministerio de Defensa, que intentaban asegurar que los gastos militares son un gasto social, en lamentables palabras de Margarita Robles. ¿Por qué una escalada tan sibilina y progresiva y por qué tantos recursos, dinero y organización en insistir en la guerra? Porque, nos quieren llevar a la guerra y necesitan aprobar todas estas medidas sin una oposición fuerte del pueblo trabajador. De momento se han llevado al catre a las grandes centrales sindicales de este país, que no han dicho ni mú. Una posición que debe activar a sus delegadas/os y a su afiliación, para denunciar esta situación de forma enérgica.
Organizarnos contra la guerra, la OTAN y los presupuestos militares.
El imperialismo necesita la guerra, la muerte y todos los recursos posibles para ello. Tanto los partidos reaccionarios PP-Vox, como los gobiernos más pro-guerreristas de la historia (PSOE-UP y PSOE-Sumar) y la socialdemocracia sindical, están sometidos a la agenda de la OTAN y al vasallaje a los EE.UU. y la UE. No es que lo digan estas líneas, es que lo han demostrado sus hechos y sus números. Y seguirán retirando recursos a nuestra sanidad, educación y servicios sociales públicos, a nuestros salarios directos e indirectos, para destinarlo a la guerra que necesita el imperialismo.
1 RTVE: Los desahucios suben hasta 7.850 procedimientos en el segundo trimestre, un 7,8% más, según el CGPJ. https://www.rtve.es/noticias/20241009/desahucios-suben-segundo-trimestre-espana/16281275.shtml#:~:text=El%20n%C3%BAmero%20total%20de%20desahucios,del%20Poder%20Judicial%20(CGPJ).
2 El gasto militar aumenta en España un 62,4% desde la llegada de Sánchez. https://www.eleconomista.es/economia/noticias/12782086/04/24/el-gasto-militar-aumenta-en-espana-un-624-desde-la-llegada-de-sanchez.html
La actitud de la ministra de Trabajo y cabeza de la agrupación electoral Sumar (¿sumar qué?), miembro notable del Partido Comunista de España, es incomprensible para un comunista. Cualquiera la calificaría como integrante de esa tendencia que viene calificándose como izquierda «woke», pero en el caso del apoyo que el Gobierno al que pertenece presta al régimen neonazi de Ucrania, de hecho no puede calificarse le ni de izquierda.
¿No hay alguien, o alguna fuerza, dentro del espacio comunista, que llame al orden al PCE, y les expliquen en qué consisten ciertos conceptos geopolíticos, como por ejemplo el del mundo multipolar, y como caminar hacia ello, dentro de un país al que se le obligó en su momento a pertenecer a la OTAN?