En los datos compartidos por el organismo de defensa ruso, se detalló que la liberación de estas localidades se dio como resultado de acciones decisivas de las tropas rusas, en las cuales, el Ucrania perdió unos 10.600 soldados.
Las tropas rusas asestaron golpes contra la infraestructura de aeródromos militares, fábricas, talleres de drones y puntos de entrenamiento de sus operadores, así como contra depósitos de municiones y de combustible y lubricantes ucranianos y puntos de despliegue temporal de formaciones armadas de Ucrania.
En total, durante una semana de combates, las tropas rusas destruyeron 20 carros de combate, incluidos dos tanques Leopard de producción alemana, 178 vehículos blindados, 150 piezas de artillería y 140 automóviles.
El Ministerio de Defensa ruso destacó que las unidades del grupo de tropas Norte han sido clave en estas operaciones, abatiendo formaciones de las Fuerzas Armadas de Ucrania en la región de Kursk. Los ataques han incluido 15 operaciones masivas con armas guiadas y drones, dirigidas contra la infraestructura de gas y energía que apoyaba las operaciones militares ucranianas. Además, se han realizado ataques contra instalaciones del complejo militar-industrial ucraniano, aeródromos militares, fábricas, talleres de drones y puntos de entrenamiento de sus operadores.
Desde el comienzo de la operación especial militar rusa, se destruyeron 657 aviones militares ucranianos, 283 helicópteros, 46.606 drones, 601 sistemas de misiles antiaéreos, 22.274 tanques y otros vehículos blindados de combate.
Según el Ministerio de Defensa ruso, también fueron eliminados 1.526 vehículos de sistemas de lanzacohetes múltiples, 22.570 cañones de artillería de campaña y morteros, así como 32.874 vehículos militares especiales.