José Medina vive en el sector La Vega, centro-oeste del Municipio Libertador, en Caracas, y es uno de los padres que tiene a su hijo joven en el Centro de Confinamiento del Terrorismo en tierras salvadoreñas.
“Me encuentro aquí en apoyo a los venezolanos que como padres estamos pasando lo mismo”, manifestó categórico a Prensa Latina en la Plaza Bolívar capitalina, donde cientos de compatriotas depositaban su firma en un libro en solidaridad con los connacionales presos.
Soy padre de Carlos José Medina que se encuentra en Estados Unidos hace dos años y el 14 de febrero fue a renovar el permiso y lo dejaron retenido “porque ellos dijeron que tenía tres tatuajes y se los mostrara, él los expuso -dos estrellas y una corona- y desde ese momento lo vincularon con el Tren de Aragua”, afirmó.
Con rostro compungido, el entrevistado aseguró que su hijo “no es delincuente, ni aquí, ni en ningún país” y refrendó que por donde pasó no ha tenido problemas con las leyes, “yo consigno la carta de no poseer antecedentes en Venezuela”, declaró.
Narró que el día que fue a renovar el permiso ante las autoridades migratorias estadounidenses su esposa lo acompañaba y “le colocaron un aparato en el pie, no puede salir de su vivienda y ellos tienen una hija de siete años que tampoco puede salir, por lo que también le quitaron sus derechos”.
Medina contó que su hijo fue afectado por una infección respiratoria en Miami y gracias a la solidaridad recibió el tratamiento, pero está totalmente aislado, “no sé de él desde hace 20 días”.
Este hombre de baja estatura y fornido cargaba un cartel con la foto de su hijo y la frase: “estoy detenido desde el 14 de febrero, me encuentro enfermo, soy el sustento de mi hija, no soy un delincuente”.
Interrogado sobre a qué se dedicaba su hijo en Estados Unidos, comentó que trabajaba allá vendiendo teléfonos en una empresa telefónica y aquí vendía ropa en un puesto en Plaza Caracas, “él es un joven luchador, trabajador, honesto, y ahora lo acusan de ser un delincuente del Tren de Aragua”, señaló.
“Yo le digo al gobierno de Estados Unidos, si algún venezolano que está allá cometió algún delito que pague y luego sea regresado a Venezuela”, expresó.
Subrayó que esa administración no tiene el deber ni el derecho de mandarlo a otro país porque “los que estamos pasando trabajo acá somos los padres, que estamos con las manos atadas y bien lejos de ellos”, declaró con lágrimas en los ojos.
Al valorar la decisión del Gobierno bolivariano de hacer todo a su alcance para retornarlos a la patria, Medina dio gracias al presidente Nicolás Maduro que “hace rato tiene el plan Vuelta a la Patria (2018) y se ha enfocado fuertemente con nosotros y le ha puesto más corazón a esto”.
Le pedimos al Presidente y damos las gracias a él y a su gabinete por estar con nosotros y “no nos han dado la espalda, por eso tenemos fe que sí van a regresar a Venezuela”, expuso.
“Nosotros somos padres, no estamos pasando el trabajo que ellos están atravesando, pero estamos sufriendo mucho sentimentalmente, y saber de un hijo enfermo y no poder hacer nada, es como estar amarrado”, añadió visiblemente consternado.
Este padre trabajador mandó un mensaje al mundo: “no incrementen problemas políticos con los emigrantes, ellos no tienen culpa de lo que esté pasando en cada país y deberían más bien ayudarlos, no recriminarlos ni acusarlos de delincuentes”.
Al referirse a la nación norteña dijo que allí “no hay un gobierno, sino una dictadura que amenaza y acusa a Nicolás Maduro de ser un dictador, pero vean lo que están haciendo”, inquirió.
Ellos dicen que aquí en Venezuela no hay derechos humanos y tenemos muchas personas presas, pero no, “aquí hay políticos que cometieron delitos y por eso se encuentran presos, y sin embargo nosotros tenemos a nuestros hermanos presos en Estados Unidos”, apostilló.
También comentó sobre los connacionales que “se encuentran allá, y con el perdón de la palabra, son unos chupamedias del Gobierno de Estados Unidos y le tiran a nuestros hermanos, pero algún día ellos tienen que regresar a su patria, algún día”, enunció.
