
Militares rusos salvaron la vida de Dima, un niño de 8 años, que se encontraba bajo fuego de la artillería ucraniana en la provincia de Jersón.
Se trata de una unidad de marines, cuya misión era ayudar a la población civil de la región. Encontraron a Dima, que había sido herido en una pierna. Aunque eran perseguidos por drones ucranianos, pudieron llevar al niño en camilla hasta un lugar seguro.
Posteriormente, fue evacuado a un hospital de Crimea, donde los médicos tuvieron que realizarle varias intervenciones quirúrgicas para salvarle la pierna.
Tiempo después, los salvadores de Dima lo visitaron en el hospital. A pesar de que el menor aún está débil, fue capaz de reconocer a sus rescatadores. Le regalaron una boina del Cuerpo de Marines y señalaron que, por su valentía, Dima podía ser considerado un auténtico marine.