El Primero de Mayo, se dan cita en las calles de todo el mundo millones de proletarios de diferentes nacionalidades para conmemorar el Día Internacional de la Clase Obrera. Ese día se demuestra que al mundo lo mueve la fuerza de trabajo del obrero, porque es la clase mayoritaria en la sociedad la que se moviliza ese día mostrando su unidad y organización. Espontáneamente la clase obrera, la que vive a costa de vender su fuerza de trabajo a la burguesía a cambio de salarios de hambre, se organiza para resistir, para conquistar sus derechos y defender los que ya tiene en el terreno económico, y la forma principal de organización en ese aspecto son los sindicatos, que agrupados, forman federaciones y centrales sindicales.
Sin embargo, no basta resistir, es necesario ir a la raíz del problema de la superexplotación económica y la opresión política que sufre la clase obrera. Para ello se necesita destruir por medio de la violencia revolucionaria el sistema capitalista y sobre sus ruinas construir el Socialismo científico. Ir a la raíz del problema y acabar con el sistema capitalista no es la función principal de las organizaciones sindicales, aunque un sindicalismo revolucionario, con sello de clase proletario sí puede ser capaz de educar y movilizar a las masas sindicalizadas para hacer avanzar ese interés máximo de la clase productora de toda la riqueza social. Si bien toda lucha económica es una lucha política porque representa el enfrentamiento directo de las dos clases antagónicas en la sociedad capitalista: la burguesía y el proletariado, la forma organizativa sindical no es suficiente para enfrentar y vencer a los capitalistas e imperialistas de forma definitiva. Es deber del Partido político del proletariado guiar al proletariado, la clase obrera moderna, en la lucha política por la emancipación de las cadenas del capital.
El Partido que se propone restaurar en Colombia esta organización marxista leninista maoísta, es un Partido de corte leninista: que cumpla con la severa discreción conspirativa; que tenga una rigurosa selección de afiliados; y que cuente con un equipo de revolucionarios profesionales. La severa discreción conspirativa se trata de todas las medidas de seguridad que se tengan que tomar para garantizar la existencia del Partido y sus militantes: como es normal, sólo un Partido que actúe en la clandestinidad, por fuera de la estrecha democracia burguesa puede aspirar a cambiar de raíz la sociedad actual y no será permitido por las clases enemigas del pueblo que usará toda la represión estatal para acabarlo. Por lo tanto, es necesario guardar la conspiratividad necesaria que le permita a ese Partido, actuar bajo las condiciones de represión que le va a imponer la dictadura de los capitalistas. La rigurosa selección de afiliados tiene que ver con que no cualquiera puede ingresar a ese Partido que nos proponemos construir los comunistas revolucionarios en Colombia: al ser un Partido de cuadros disciplinados y dispuestos a ser dirigentes de masas, sólo los elementos más probados y resueltos, que estén de acuerdo con llevar a la práctica su línea política, de masas y militar, podrán ingresar y permanecer en él.
Sólo aquellos cuadros que estén dispuestos a cumplir con la disciplina consciente, a cumplir los estatutos y practicar el centralismo democrático, podrán ser militantes de ese Partido. Y para sostener esa organización, es necesario contar con un equipo de revolucionarios profesionales que dediquen su vida, a investigar la realidad, a ir a las masas, a aprender de ellas y elevar su nivel de consciencia en la práctica revolucionaria.
¿Qué clase es la llamada a construir ese Partido? Pues la clase obrera, en específico el proletariado y principalmente el proletariado fabril que mueve los medios de producción de los capitalistas con su fuerza de trabajo y les genera las superganancias. Pero también están llamados a cumplir esta importante tarea los proletarios agrícolas, los que le venden su fuerza de trabajo a los comerciantes, a los banqueros. Los campesinos pobres que se encuentran endeudados con el capital financiero y les generan la renta a los terratenientes. Los intelectuales y artistas comprometidos con la causa del pueblo. La mujer proletaria es decisiva para construir ese Partido, pues son la mitad del cielo y sin ellas no será posible construir el dispositivo estratégico, el cuartel general que se necesita para organizar la Revolución.
Y si la burguesía, los terratenientes e imperialistas no van a ceder por las buenas el poder a la clase obrera y a los campesinos, ¿cuál es la vía de la Revolución? La de la violencia revolucionaria, en concreto la vía de la Guerra Popular que en Colombia tomará la forma de la insurrección armada en las principales ciudades que concentran la producción económica, la vida política y los cuarteles del Estado burgués – terrateniente. Insurrección armada que, por medio del Ejército Popular, dirigido por el Partido, debe aniquilar las fuerzas de los enemigos del proletariado.
Hoy llamamos especialmente a los obreros vinculados a la producción fabril a unirse conscientemente a la restauración del Partido del proletariado en Colombia como parte de la futura Internacional Comunista, porque son el sector más avanzado de nuestra clase, por su número, por su disciplina, por su organización. Y también a concretar la alianza obrera-campesina que una los intereses y luchas del campo y la ciudad. El Primero de Mayo se refrendan estas importantes tareas del proletariado y de los comunistas en Colombia.
