El imperialismo norteamericano atenta de manera permanente contra los propósitos de crecimiento y la existencia misma de los pueblos, señaló Morales en el acto político y ceremonia militar para conmemorar el aniversario 80 de la victoria sobre el fascismo.
En la ceremonia, liderada por el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, el dirigente partidista manifestó que el fascismo debe entenderse «como la expresión más acabada del pensamiento reaccionario burgués e imperialista».
«Este aniversario tiene lugar cuando la ideología fascista y sus prácticas tratan de reinventarse adquiriendo las más diversas formas, y recordándonos que el espíritu cruel y despiadado permanece en las mentes de las élites oligárquicas e imperialistas en varios países del mundo», opinó.
Por otra parte comentó que la efemérides es también una ocasión propicia para «recordar, honrar y reflexionar sobre las lecciones que dejó la victoria sobre el fascismo, resultado de la valentía de millones de personas que lucharon en diferentes frentes».
«Solo la unidad, el heroísmo y el patriotismo de todos los pueblos que conformaban la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas pudieron contener y aplastar a la maquinaria bélica fascista», aseveró.
«Conmemorar la victoria sobre el fascismo no es solo recordar el pasado, es también un llamado a la acción en el presente. Hoy más que nunca es necesario mantener viva la memoria de la lucha antifascista y transmitirla a las nuevas generaciones», subrayó.
Asimismo, destacó la contribución de la isla a la victoria sobre el fascismo.
En la conmemoración también hizo uso de la palabra el embajador de Rusia en Cuba, Viktor Koronelli, quien denunció los intentos de tergiversar «la verdad sobre la Segunda Guerra Mundial, por aquellos que llevan a cabo una política basada en mentiras y falsedades».
La victoria fue posible gracias al coraje y el heroísmo de millones de ciudadanos soviéticos que lucharon en el frente y trabajaron en la retaguardia, demostrando increíble firmeza y amor por la patria, afirmó.
Por supuesto, zanjó, la victoria fue el resultado de la unificación de todos los países que formaron la coalición anti-hitleriana.
El acto ceremonial realizado en el Mausoleo al Soldado Internacionalista Soviético, en las afueras de La Habana, concluyó con una marcha militar y el depósito de rosas que realizó Díaz-Canel ante la escultura que recuerda al General de Ejército Issá Aleksándrovich Plíyev, jefe de las tropas soviéticas en Cuba, durante la crisis de octubre de 1962.