Según consta en el acuerdo de asociación estratégica firmado entre los presidentes de Rusia, Vladímir Putin y Venezuela, Nicolás Maduro, durante la visita oficial del mandatario venezolano a Moscú, se establece claramente que «Rusia valora positivamente la intención de la República Bolivariana de Venezuela de unirse como miembro de pleno derecho y cooperar estrechamente en la asociación BRICS», destacó el documento publicado en el portal oficial del Kremlin.
El documento también contempla el desarrollo de vínculos entre Venezuela y la Unión Económica Euroasiática (UEE), fortaleciendo así la integración del país caribeño en mecanismos multilaterales alternativos al orden occidental.
Maduro arribó a territorio ruso el miércoles 7 de mayo con una delegación que incluye ministros clave y altos mandos militares. Tras la firma del acuerdo con Putin, el presidente venezolano permanecerá en Rusia para participar en las conmemoraciones por el 80 aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania nazi.
El acuerdo bilateral, con una vigencia de diez años, establece una hoja de ruta para intensificar la cooperación binacional en sectores estratégicos como economía, inversiones, energía y minería, consolidando una relación que ya cuenta con más de 350 acuerdos previos en distintas áreas.
Putin destacó que esta asociación estratégica «creará una base sólida para ampliar los vínculos multifacéticos» entre ambos países, mientras que Maduro calificó la relación como parte de un proceso de «verdadera liberación nacional» y un «segundo proceso de independencia» para Venezuela.
El documento también formaliza una cooperación técnico-militar destinada a «reforzar la capacidad de defensa y garantizar la seguridad» de ambas naciones, profundizando una alianza que ha sido central en la política exterior venezolana durante las últimas dos décadas.
La aspiración venezolana de integrarse a los BRICS se enmarca en la estrategia de diversificación de alianzas internacionales que Caracas ha implementado frente a las sanciones occidentales, buscando fortalecer sus nexos con potencias emergentes como Rusia, China y otros miembros del bloque.