Germán Delgadillo es, literalmente, un “trovador anónimo”. Aunque es reconocido y admirado en el medio de la canción de autor, hasta ahora no ha publicado ningún álbum. Pero quienes tienen la oportunidad de escucharlo de inmediato se sorprenden con su guitarra virtuosa y la calidez de su voz.
Autodidacta, inquieto a la hora de incursionar en distintos instrumentos de cuerdas y un pleno conocedor de la historia y utilidades de la guitarra, ha compuesto decenas de canciones, en las cuales hallamos reflexiones en torno al amor, la vida, la muerte, lo social… en una perfecta combinación, a veces, con un fino humor.
Me topé con mi comadre
Pelando pal Urubó
Porque escuchó ande su padre
Que en la otra banda se está mejor
Iba montada en un taxi
Saliendo ya del poblao
Me dijo apeate Cacho
Que solo es camba el del otro lao
Me dijo apeate Cacho
Que solo es camba el del otro lao
Delgadillo tiene una predilección por la escritura en décima y el permanente redescubrir y juguetear con variados géneros musicales. En esta entrega de “canciones bicentenarias” visitamos El taquirari de Cachito (o Cachito el camba al revés), la primera de una serie de canciones-historias que envuelven y atormentan a Cacho o Cachito, una suerte de antihéroe cruceño.
Me quedé como pensando
Yo vivía bien al sur
Y me dije ¡ay caramba!
Se está mudando mi Santa Cruz
Pero después repasando
Dije es la gente no el jenecherú
De la mano del autor presentamos a Cacho: “Cachito es un personaje imaginario creado para representar una voz popular de mi departamento. Posiblemente Cachito tenga la piel quemada por el sol, puede que no haya acabado la escuela, querendón de su pueblo, con mucho sentido común que empieza a cuestionarse la lucha de clases sociales… y en este sentido de lucha no lo pueden convencer de que deje de ser camba por pensar distinto y él mismo lo resuelve autodescribiéndose como un camba que piensa al revés de los otros cambas. Aunque la palabra camba puede tener una concepción distinta, entiéndase en esta canción como cualquier habitante del Oriente”.
Ni chicha ni limonada
Ni letra chica ni fisurada
Soy camba de la otra banda
Del lao izquierdo yendo a Cochabamba
Soy camba de la otra banda
Del lao izquierdo yendo a Cochabamba

El taquirari de Cachito es una invitación a recurrir al siempre útil y necesario ejercicio de la memoria, porque nació como protesta al plan de cesión de la Media Luna que buscaba poner en jaque al primer gobierno de Evo Morales.
Al respecto Germán nos comenta: “creo que el origen de la canción fue la acumulación, había una cantidad de cosas que estaban en mi cabeza. Estaba latente la necesidad de decirle a mi gente mi punto de vista, la incomodidad que sentía en esos momentos. Dado que soy aficionado a la guitarra y a escribir de vez en cuando, pues en abril de 2007, como si fuese un exabrupto y como suele suceder cuando hay esa acumulación en la mente, en cuestión de unas horas nació esta canción”.
Me dijo ayer la casera
Ya en una radio escuché
Que el agua que parte tierras
Se llevaría lo que tenés
La tele el lote y la choza
La herencia de papá Andrés
Si así nomás ya estoy yesca
Cómo sería luego después
Si así nomás ya estoy yesca
Cómo sería luego después
Reforma Agraria. Racismo y discriminación. Violencia a raudales. Polarización social… ese es el espeso ambiente que, como carpa de circo, se tendía entonces sobre Santa Cruz. Rememora Delgadillo: “yo soy cruceño, nací en Santa Cruz en plena época de la dictadura de Banzer, aunque tengo imágenes vagas de lo que posteriormente supe que pasaba en aquellos años. No había vivido a nivel nacional, y principalmente en mi ciudad, escenarios y manifestaciones tan fuertes de violencia, discriminación y racismo, que son de conocimiento mundial y que están documentadas en cantidad de videos y documentales al respecto. Estos escenarios complicados empiezan el año 2006, por cambios en las políticas sociales y económicas, legislación de tierras agrarias, la nueva Constitución de Estado que ya se avizoraba, y todo eso trajo como respuesta, previo a la violencia, mucha desinformación, estrategias de inculcar miedo: miedo a perder lo tuyo, miedo al futuro, tópicos que de alguna forma paliativa son expuestos en la canción”.
Me quedé como pensando
Hasta que en la tele vi
Que lo del quite de tierras
Es pa las grandes que están ahí
Y como yo no las tengo
Aprieto pa que me toque una a mí
En nuestro diálogo con el cantor no podemos sino indagar en el proceso de composición de Cachito el camba al revés. ¿Sobre la letra, la música? ¿O ambas a la par? La respuesta no se deja esperar: “tanto la letra como la música nacieron juntas, como resultado de esa acumulación que mencioné. En mi imaginación había una estructura básica recogida en la calle, en los grupos, en las redes sociales, sobre esas manifestaciones racistas, sobre el tema de la desinformación y el miedo, sobre la bandera de la autonomía, y entonces esas ideas fueron fluyendo juntas con la melodía muy sencilla que surgió aquel momento”.
¿Y el género musical? “La canción tiene ritmo de taquirari, aunque probablemente no guarde una estructura como tal en el ámbito del folklore. Siendo así, podría pensar que además de tener algo de música tradicional, estaría dentro del género de la música popular. Luego está la letra, con un contenido social y un sentido crítico con mi realidad”, destaca Delgadillo.
El martes me quedé en casa
Con Don Alfredo me tiré
Porque en su autonomía
No figuraba el color de mi piel
Yo sé que es de los pocos
Y el trecho pa correr
Mas no desentono si digo
Que así soy un camba al revés
El estribillo tiene como corolario un verso que se presenta como toda una confesión identitaria: “soy camba de la otra banda, del lado izquierdo yendo a Cochabamba”. El autor se extiende sobre este punto: “hay un dicho, usado acá en tono jocoso, que señala que para ser camba había que cruzar el río Piraí. Este dicho se usa al inicio de la canción para contextualizar el uso indiscriminado del término, pues nuestro personaje se da cuenta que no debía volver a cruzar el río para sentirse camba; se da cuenta, además, que –con referencia en la carretera antigua hacia el departamento de Cochabamba– prácticamente toda la ciudad se encuentra al lado izquierdo de la carretera ya que al lado derecho justamente el límite es el río Piraí. Como anécdota, un día que estaba en la ciudad de Vallegrande, distante a 250km de la ciudad de Santa Cruz, alguien que había escuchado la canción me pregunta: ¿cuándo dice esa frase usted se refiere a los valles cruceños?”.
“Color de mi piel”, “mi bandera”… Es innegable que El taquirari de Cachito es una aguda crónica de las disputas de principios de siglo. Y una declaración de principios de este “cantor de propuesta” –como diría Daniel Viglietti–.
Me quedé como pensando
¿Camba al revés de quién?
Lo bueno es que mi bandera
Patas arriba se deja ver
Y me voy recapitulando
que hoy soy un camba al revés
A la luz de los años y en el marco del Bicentenario Germán Delgadillo se despide cavilando acerca de Bolivia y de –¿por qué no?– Cachito: “en su momento la canción era un retrato de lo que desde mi punto de vista estaba pasando y de lo que quería decir, con los cuidados respectivos de ser crítico y honesto… Han pasado 18 años de aquel retrato, evidentemente Bolivia es un país distinto, con luces y sombras, con desafíos permanentes. No sé decir si la canción como tal podría ser actual o no, aunque quizás sí podría decir lo que dijo Cachito: ‘que el trecho es largo pa correr’. Y quizás podría haber usado más la imagen del río y de sus olas, como una metáfora de algo que viene y va, que avanza y se vuelve”.
Autor: Germán Delgadillo.
Año: 2007.