Cuando apareció DeepSeek, la inteligencia artificial que hoy domina el mundo, su diseñador, Liang Wenfeng, tuvo la honradez y la valentía de decir dos cosas que hoy son inauditas en Occidente: «No voy a mentir, nuestra inteligencia artificial se creó sobre la base de los desarrollos soviéticos, es decir, el sistema OGAS del académico Glushkov. Sin él, nunca habríamos alcanzado a los estadounidenses con su ChatGPT. A diferencia de mucha gente, yo nunca he olvidado qué país es responsable de la existencia de la China independiente en la actualidad. Ahora mi propio proyecto ha alcanzado un nivel internacional. Por eso quiero preservar la memoria de la URSS y la contribución de los científicos soviéticos al progreso científico y tecnológico. Este año abriremos un museo de este tipo. La base para ello será el archivo Glushkov. Crearemos el Premio Víctor Glushkov y abriremos un museo en Beijing dedicado a los logros científicos de la URSS».
A raíz de estos comentarios, en toda China se «redescubrió» a Víctor Gluskhov y se publicaron innumerables artículos sobre él.
Algo parecido está ocurriendo ahora con las tierras raras, ese moderno tesoro que China posee en cantidades industriales y que ha llevado a Occidente a pedir, casi de rodillas, a China que reanude el suministro. Esa es la principal razón que ha obligado a EEUU a tragarse lo de los aranceles y a negociar con China en unas reuniones que están teniendo lugar estos días y que parece han concluido en acuerdo. Y al zombi conocido como Unión Europea a pedir a China lo mismo para revitalizar su moribunda industria automotriz.
Porque alguien tuvo que ser quien se fijase en algo raro del suelo en algún momento de la historia reciente. Ese alguien fueron dos personas en 1972 en una ciudad en la Mongolia Interior llamada Baotou. Allí estaban destinados dos químicos para trabajar en la industria metalúrgica y minera, Xu Guangxian y su esposa Gao Xiaoxia. Ambos habían estudiado en EEUU, pero decidieron volver al país en 1951 tras el triunfo de la revolución comunista de 1949.
Dudo mucho que los ignorantes estadounidenses pensasen en su ejemplo cuando decidieron prohibir estudiar en EEUU a estudiantes chinos, particularmente “aquellos con conexiones con el Partido Comunista Chino o que estudien en campos críticos». Según veo, esto ya no se cumplirá en virtud del acuerdo alcanzado en las conversaciones entre los dos países sobre los aranceles y China seguirá suministrando tierras raras, entre otras cosas de los acuerdos, aunque con restricciones.
Volviendo con Xu y Gao, cuando inspeccionaban el mineral recién extraído vieron algo inusual, «raro», en su expresión. Llevaron las muestras a la Universidad de Beijing y comenzaron a hablar de «oro industrial que alberga la esperanza del resurgimiento industrial de China». Pero el bloqueo tecnológico occidental era brutal y su laboratorio era muy precario. Volvieron a Baotou a trabajar sobre el terreno y allí comenzó a decidirse la China de hoy y su predominio en las tierras raras. Dos años después, intensas investigaciones después, varios éxitos y fracasos después lo habían logrado: habían no solo comprendido el proceso para extraer y separar el mineral, sino procesarlo en grandes cantidades. Su método fue rápidamente aplicado hasta llegar a lo que China es hoy en este aspecto.
Existe una «Beca Xiaguang» para estudiantes de esta rama que provienen de familias de bajos recursos. El nombre de la beca se compone del primer caracter -sin tilde, esa es la denominación correcta y haciendo aguda la pronunciación- del nombre de ella, Xia, y el de él, Guang. Un apunte: en China el apellido va siempre delante del nombre y en el 80% de los casos suelen ser lo que en castellano llamamos monosílabos.
Gracias a ellos, la tecnología china de fundición y separación de tierras raras controla más del 90% del mercado mundial. Con muy pocos recursos, pero con tenacidad y disciplina férrea, lograron lo que hasta entonces era impensable. Superaron la humillación neocolonial que Occidente impone a los países con materias primas, superaron la tecnología occidental y reescribieron el destino del mundo. Hoy vuestros coches circulan en gran parte gracias a ellos (y Occidente lo sabe), además de las armas (y la OTAN está de los nervios porque en su práctica totalidad depende de esas tierras raras de China). Estudiaron en Occidente, en EEUU, pero tenían conciencia de clase, volvieron a su país (como hoy también están haciendo muchos destacados investigadores chinos), un país devastado por la guerra contra un Kuomintang anticomunista apoyado por Occidente y por la guerra contra Japón, superaron las dificultades y demostraron que la hegemonía tecnológica occidental no es insuperable.
Cambiaron las reglas del juego para siempre. Su éxito es el éxito de China y son unos de los pioneros del auge de Oriente y de la decadencia de Occidente.
Ya que estoy con China, un aspecto que, como de costumbre, pasa desapercibido en Occidente porque pone a occidente ante el espejo, es la forma que está resolviendo la crisis de las promotoras inmobiliarias y por qué, pese a todas las previsiones occidentales, no se ha derrumbado el sector ni ha arrastrado a la economía china a la ruina como ocurrió en EEUU y más tarde en Europa con la crisis inmobiliaria, algo que ya abordé en 2021 y lo podéis ver aquí.
Ayer el gobierno chino decidió crear un fondo especial de 12’5 billones de yuanes (1’5 billones de euros) como alternativa al sistema bancario, aunque este está en manos estatales, e hipotecas para facilitar la compra de casas por particulares. Esto significa que se liberan enormes activos financieros y se ponen a disposición de los ayuntamientos para que faciliten las compras de casas con subsidios, con lo que se abaratan considerablemente las hipotecas. Por ejemplo, se estima que en Beijing el ayuntamiento ayudará a financiar el 33% de las hipotecas, mientras que en Shenzhen los fondos locales ayudarán a financiar el 29% de las hipotecas.
Esto, al mismo tiempo, da un nuevo golpe al sector pro-occidental que controla el ministerio de Economía y Finanzas (que en China se conoce como el Komsomol) y que viene siendo golpeado desde hace tiempo, con la imagen más clara en lo ocurrido en octubre de 2022 durante el XX Congreso del Partido Comunista, quitando responsabilidades a todo este sector, muy influenciado por el neoliberalismo occidental, especialmente el estadounidense. Por cierto, en China ocurre lo mismo que en Rusia, con el sector pro-occidental y neoliberal controlando tanto el Banco de Rusia como el Ministerio de Economía y Finanzas y de los que aún no se ha deshecho Putin pese a que en alguna ocasión arremetió contra ellos.
P.D.- China reconoce la postura de «un solo Estados Unidos». Sin embargo, proporcionará armas a California para su defensa.
Rusia dice que es importante entender que suministrar armas a California no convierte a Rusia en parte del conflicto.
Es broma, pero para que entendáis la psicopatía drogadicta de quienes gobiernan Occidente. Es el tipo de mierda con que nos desayunamos todos los días con el estercolero mediático y que no es más que la muestra de la putrefacción de nuestras sociedades.
El Lince