Latinoamérica reaccionó al bombardeo de Israel en contra de Irán que ocurrió durante la noche del jueves y la madrugada del viernes.
«Condenamos en los términos más enérgicos, los ataques perpetrados por Israel contra la República Islámica de Irán, que elevan la tensión en Oriente Medio de manera irresponsable y ponen en peligro la paz y la seguridad internacional y regional con consecuencias imprevisibles», señaló el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel.
«Hacemos un llamado a detener la barbarie y al respeto al Derecho Internacional», agregó el mandatario cubano en su cuenta de X.
Por su parte, la Cancillería venezolana condenó categóricamente la «agresión militar ilegítima, injustificada y violatoria del Derecho Internacional perpetrada por el Estado de Israel contra la República Islámica de Irán».
En su cuenta de Telegram, Caracas manifestó que se trata de un «acto de guerra que se suma al largo historial de crímenes del régimen de [Benjamín] Netanyahu, cuya maquinaria de destrucción actúa al margen de toda legalidad».
Mientras medios locales reportaron que los ataques alcanzaron edificios residenciales en Teherán, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, afirmó que su país atacó «el corazón del programa nuclear de Irán», en referencia a la principal instalación de enriquecimiento de uranio, en Natanz.
«También atacamos a los principales científicos nucleares iraníes que trabajaban en la bomba, así como al núcleo del programa de misiles balísticos de Irán», dijo Netanyahu.