
Elson Concepción Pérez (Granma).— «Esta noche, Israel tomó medidas unilaterales contra Irán. No participamos en ataques contra Irán, y nuestra principal prioridad es proteger a las fuerzas estadounidenses en la región». Así lo declaró el secretario de Estado, Marco Rubio, con la premura de un mentiroso, tal como se puede constatar en las reiteradas declaraciones de su jefe.
Donald Trump no ha parado de amenazar a Irán y de hacer declaraciones sobre un posible ataque israelí.
«Los Estados Unidos sabían de antemano que Israel iba a atacar Irán», declaró este viernes el presidente Donald Trump en una entrevista al Wall Street Journal. «¿Aviso? No fue un aviso. Era que sabíamos lo que estaba pasando», enfatizó.
Trump tiene su casa «ardiendo». Las manifestaciones contra sus medidas antimigrantes se han extendido por todo el país y, aun así, sigue creando o alimentando el caos en el mundo.
El magnate reconoció haber sido informado sobre los bombardeos de Israel contra Irán, y los usa para distraer la opinión pública, local e internacional, de manera que lo que ocurre por estos días de represión en las ciudades estadounidenses, «pase a un segundo plano». Busca «oxígeno mediático» para lo que ya muchos denominan «guerra» al interior de su país.
Este mismo viernes, aún con la sangre fresca de los iraníes muertos por la metralla israelí, Trump amenazó a Irán y aseguró que debe esperar ataques «aún más brutales».
Y, como quien ordena y manda en todo el planeta, ponderó: «Le di a Irán una oportunidad tras otra de llegar a un acuerdo. Les dije que sería mucho peor porque Estados Unidos fabrica el mejor y más letal equipo militar del mundo, con mucho, y que Israel tiene un montón de estos equipos militares, y tendrán muchos más, y saben cómo usarlos».
Recordó que algunos de los jefes militares iraníes no sabían lo que estaba a punto de suceder: «Todos ellos están muertos ahora», aseguró, desafiante.
La retórica y el lenguaje ríspido del gobernante republicano es una manifestación más del compromiso de su administración, como las anteriores, de contar con Israel como avanzada de guerra contra la nación persa.
Estados Unidos ha hecho y sigue haciendo lo mismo con el pueblo palestino, el yemení y otros sometidos al genocidio sionista, con las modernas armas estadounidenses a las que se refiere Trump, en los ataques israelíes contra Irán.
Todos estos casos, que pueden llevar al mundo a una catástrofe mundial, tienen en los mandatarios de ee. uu. los máximos responsables de su solución, «la llave de los truenos» como se dice popularmente, pues son las armas y el dinero estadounidense, el sostén del Gobierno sionista de Benjamín Netanyahu.
Desgraciadamente, la inacción de un Consejo de Seguridad de la onu dominado por ee. uu., lo ha convertido en un ente inerte, donde una mano levantada del país anfitrión, puede más que el llamado mundial.
Lo que ocurre con los bombardeos contra la República Islámica de Irán, donde en un primer día murieron cien decenas de sus hijos, incluyendo científicos y altos jefes militares, ojalá y no sea ignorado, cuando tanta falta hace detener la furia de un Israel envalentonado por la protección de su amo de Washington.
En respuesta
El Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de la República de Irán comunicó el inicio de la operación Promesa Veraz 3, en represalia por los ataques israelíes.
En una declaración, anunció el lanzamiento de su respuesta abrumadora y precisa apuntando a docenas de sitios militares, centros y bases aéreas de Israel.
De acuerdo con reportes de prensa, las Fuerzas Armadas de Irán lanzaron centenares de misiles en tres rondas, que activaron las alarmas antiaéreas en todo Israel.
Fuentes revelaron a la red panárabe Al Mayadeen el lanzamiento de misiles contra la entidad ocupante desde varias bases en ciudades y provincias, incluida Fars, en el sudeste del país.
En paralelo, las fuerzas de defensa aérea del Ejército de Irán derribaron con éxito dos aviones de combate f-35, pertenecientes a la entidad sionista, además de un gran número de drones pequeños.