
El Gobierno de Javier Milei avanzó este martes 12 de agosto con una nueva reestructuración del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Argentina. A través del Decreto 571/2025, se suprimió la Dirección Nacional del organismo, transfiriendo todas sus responsabilidades y funciones a la presidencia del organismo, designada por el Poder Ejecutivo.
En este sentido, la gestión del INTA se centraliza aún más en Nicolás Bronzovich, actual presidente del instituto estatal. La medida, publicada en el Boletín Oficial, busca «dotar de mayor agilidad operativa”. Anteriormente, la Dirección Nacional era la encargada de ejecutar las decisiones tomadas por el Consejo Directivo.

Esta decisión se enmarca en un proceso de ajuste más amplio, iniciado en julio con el Decreto 462/2025, que ya había transformado al INTA en un organismo desconcentrado bajo la Secretaría de Agricultura.
Por su parte, el secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Carlos Quintriqueo, rechazó «el desguace del INTA por parte del Gobierno Nacional y su plan de destrucción del Estado y del desarrollo productivo del país«, enfatizando que «su eliminación deja a miles de trabajadores sin empleo y a miles de productores a la deriva«.
Aunque este decreto fue rechazado el pasado miércoles 6 de agosto por la Cámara de Diputados y aún espera una definición en el Senado, el Gobierno optó por adelantar con esta nueva normativa, profundizando el control y la agilidad en la gestión del INTA.
La nueva medida se suma a la política de desguace de Estado que el mandatario argentino implementa desde que asumió el poder el pasado 10 de diciembre de 2023, disolviendo, transformando o fusionando más de 20 organismos públicos, lo cual ha generado rechazo en la población.