La violencia y ataque contra los líderes sociales y defensores de derechos humanos en Colombia no cesan al superar el viernes más de 100 representantes campesinos e indígenas asesinados en lo que va del 2025.
De acuerdo al balance del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) con el asesinato del presidente de la Junta de Acción Comunal de la localidad de Tenjo, Álvaro Roncancio, la cifra de líderes sociales asesinados en el país llegó a 101.
El crimen contra el líder social se cometió en el casco urbano de Palmira, en el departamento del Valle del Cauca. Álvaro Roncancio había denunciado amenazas en contra de su vida y, por esta razón, había sido desplazado de la zona rural donde antes residía.
Horas antes Indepaz comunicó los homicidios de Jhon Esneider Pabón Osorio y Cayetano Pedroza Molina pertenecientes a la Asociación por la Unidad Campesina del Catatumbo (Asuncat) y defensores de los derechos de las comunidades de Tibú, en el departamento del Norte de Santander.
Los hechos de los asesinatos de Pabón Osorio y Pedroza Molina aún son materia de investigación; sin embargo, Asuncat ha denunciado las constantes amenazas a líderes sociales del territorio y ha responsabilizado al Ejército de Liberación Nacional (ELN) como autor de este crimen.
Ante la situación de violencia que atraviesan los líderes sociales en la zona del Tibú, la Defensoría del Pueblo de Colombia emitió una alerta temprana para defensores de DD.HH. en las cuales señala el escenario de riesgo al que se enfrentan los representantes campesinos e indígenas. La imposición de normas y otras formas de control social por parte de los grupos armados significan un permanente riesgos de violación a los derechos de la población.
