En un comunicado, la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios pidió proteger a todos los civiles en escenarios de conflicto y precisó que la mayoría de las víctimas eran residentes locales que prestaban servicio a sus comunidades y fueron atacados en acto de servicio o en sus hogares.
Además, 308 resultaron heridos, 125 fueron secuestrados y 45 detenidos.
“Un ataque contra un colega es contra todos nosotros y contra las personas a las que servimos”, afirmó el secretario general adjunto para el área, Tom Fletcher.
Asimismo, indicó que la cifra de asesinatos aumentó un 31 por ciento con respecto a 2023.
“Ataques de esta magnitud, sin ninguna rendición de cuentas, son una vergonzosa muestra de la inacción y la apatía internacionales. Exigimos, una vez más, que quienes ostentan poder e influencia actúen en defensa de la humanidad, protejan a los civiles y al personal de socorro y exijan responsabilidades a los perpetradores”, aseveró.
También expresó su preocupación por el registro de 265 muertes desde enero hasta el 14 de este mes, según datos preliminares.