
En un comunicado, el Elíseo precisó que los líderes alemán, Friedrich Merz, francés, Emmanuel Macron, y británico, Keir Starmer, dialogaron por teléfono con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, para abordar la iniciativa, a todas luces negociada una vez más desde la Casa Blanca sin la participación de Berlín, París o Londres.
El texto circulado aquí señala que cualquier solución al conflicto en curso desde febrero del 2022 “debe de implicar plenamente a Ucrania” y contar con Europa y la OTAN, si tiene relación con sus intereses.
Al respecto, Merz, Macron y Starmer coincidieron en la necesidad de que el plan tenga el respaldo conjunto y el consenso de los socios europeos y de los aliados en el seno de la OTAN.
Según la agencia británica Reuters, las tres potencias europeas estarían trabajando con Kiev en una contrapropuesta a la iniciativa de Trump, quien habría dado a Zelensky hasta el jueves para responder.
El plan de Washington establece que Crimea, Donetsk y Luhansk serán reconocidas de facto como regiones rusas, Ucrania no podrá ingresar a la OTAN, plasmándolo en su Constitución, y sí a la Unión Europea y deberá reducir su ejército a un límite de 600 mil efectivos.
También recoge un acuerdo global de no agresión entre Rusia, Ucrania y Europa y la realización de un diálogo de Moscú y la OTAN con la mediación estadounidense.
Francia y Reino Unido encabezan la llamada Coalición de Voluntarios, bloque de más de 30 países que promueven la ayuda militar a Kiev y el aumento de las sanciones y de la presión contra Rusia, que acusa a ese mecanismo de alejar las posibilidades de paz.

