El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, reconoció que cualquier salida a la guerra entre Rusia y Ucrania pasa inevitablemente por el diálogo con Moscú, y advirtió que el conflicto podría prolongarse varios años si no existe voluntad política de Kiev y el Kremlin para alcanzar un acuerdo.
En entrevista con Fox News, Rubio afirmó que Washington ha intentado “acercar posiciones” para presentar una propuesta de paz aceptable para ambas partes, aunque aún sin resultados concluyentes.
“Hemos avanzado, pero no lo suficiente. Nos hemos acercado, pero todavía no estamos ahí”, señaló. “En última instancia, la solución dependerá de Moscú y Kiev. Si deciden que no quieren terminar la guerra, esta continuará”.
Pese a la gran cantidad de ayuda financiera y militar destinada por la Casa Blanca al Gobierno Ucraniano en los últimos años, Rubio enfatizó que Estados Unidos no es parte directa del conflicto, pero que su implicación responde al papel que considera indispensable en la arena internacional.
“Al final, no depende de nosotros. No es nuestra guerra. No la estamos librando. No son soldados estadounidenses”, afirmó. “Está en otro continente. Estamos involucrados porque somos los únicos que podemos”.
El secretario de Estado se distanció de posiciones maximalistas dentro del propio establishment estadounidense, criticando a quienes sostienen que la política de Washington debe consistir en financiar indefinidamente a Ucrania. “Eso no es realista, no corresponde a la realidad y no va a suceder”, subrayó. “También creo que es realista que Rusia continúe esta guerra durante cuatro o cinco años”.
En la parte más directa de la entrevista, Rubio arremetió contra quienes plantean que Estados Unidos debe limitarse a apoyar a Ucrania sin interacción diplomática con Rusia. “Hay gente irracional involucrada en este asunto, que cree que solo deberíamos dialogar con la parte ucraniana y no hablar en absoluto con los rusos. No se puede poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania sin dialogar con Rusia”, afirmó.
Sus declaraciones coinciden con la valoración del Kremlin, que calificó el reciente plan de paz impulsado por el presidente estadounidense Donald Trump como “una buena base” para iniciar negociaciones formales.
Rubio, al admitir públicamente la necesidad de dialogar con Rusia, consolida una postura que gana terreno en Washington: sin negociaciones directas, el conflicto se tornará insostenible en términos financieros, militares y políticos.
