La Unión Europea se convierte en una potencia belicista y autoritaria

La Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, la estonia Kaja Kallas, declaró el 1º de diciembre: «Está claro que Rusia no quiere la paz y, por consiguiente, tenemos que hacer a Ucrania tan fuerte como sea posible para que esté lista para defenderse en este periodo muy muy difícil. Mientras más fuerte sea Ucrania en el campo de batalla, más estará en posición de fuerza en las negociaciones.»

Kaja Kallas reclamó nuevamente los “préstamos de reparación” que según ella portarían «un triple mensaje: un mensaje muy fuerte para Ucrania, mostrándole que estamos aquí para ayudarla a defenderse; un mensaje para Moscú, significándole que no puede ‘sobrevivir’ ante nosotros; y un tercer mensaje a Washington, mostrándole que tomamos medidas muy firmes y creíbles.»

• Según un documento preparatorio de la Comisión Europea, había 3 opciones sobre la mesa:
  • el otorgamiento de préstamos bilaterales;
  • el otorgamiento de un préstamo europeo garantizado con el presupuesto de la Unión Europea;
  • el otorgamiento de un “préstamo de reparación” que utilizaría los fondos del Banco de Rusia hoy “congelados” en entidades de los países miembros de la Unión Europea, principalmente en la sociedad anónima belga Euroclear.

• De no renovarse las “sanciones” de la Unión Europea contra Rusia, Moscú iniciaría de inmediato los trámites para recuperar sus activos congelados en Europa. Según el montaje financiero que la UE quiere imponer, Euroclear “liberaría” gran parte de esos fondos… para entregarlos a Kiev.

El Financial Times reporta que el Banco Central Europeo (BCE) se negó a servir de garante en esa operación.

• La presidente de la Unión Europea, la alemana Ursula von der Leyen, afirma que tomaría de los fondos rusos “sólo” 90 000 millones, pero, después de instituir ese procedimiento, en realidad podría tomar los 210 000 millones de fondos rusos congelados.
• Por su parte, Bélgica se opone a cualquier medida que pueda interpretarse como una confiscación de los fondos rusos “congelados” en Euroclear. Ante la propuesta de la Comisión Europea, Bélgica trata de proteger el derecho a la propiedad y, al mismo tiempo, trata de protegerse a sí misma imponiendo 3 condiciones:
  • Los países de la UE que participen en esa operación tendrían que dar garantías «jurídicamente vinculantes [o sea, de obligatorio cumplimiento], incondicionales, irrevocables, comunes y solidarias basadas en su propio ingreso nacional bruto, para garantizar que la UE esté siempre en condiciones de reembolsar los fondos sin recibir pagos compensatorios de Ucrania».
    Los participantes también tendrían que asumir la cuota de garantías de los miembros de la UE que, como Hungría, se nieguen a participar en la operación.
  • Si las autoridades rusas iniciaran un litigio, haciendo valer el tratado bilateral de inversiones existente entre Bélgica y Rusia, la UE tendría que asumir toda «responsabilidad financiera» vinculada a un posible juicio.
    El jefe de gobierno de Bélgica estima que es evidente que Moscú respondería embargando o confiscando los activos de Euroclear y los de los clientes de Euroclear en Rusia y en los países aliados de las autoridades rusas.
  • Todos los Estados miembros de la UE, así como los países del G7, que tienen activos rusos “congelados” tendrían que participar en la operación.
• El 3 de diciembre, la Comisión Europea presentó una propuesta legislativa para prolongar por 2 años (2026 y 2027) el financiamiento que ha venido proporcionando a Ucrania, en virtud del compromiso que el Consejo Europeo –exceptuando a Hungría– contrajo a finales de octubre. La presidente de la Comisión Europea, la señora Von der Leyen, aseguró que la carga financiera y jurídica se repartirá entre los países miembros «de manera equitativa, como es tradicional en Europa». La adopción de ese proyecto permitiría “saltarse” la regla que exige unanimidad entre los miembros de la UE a la hora de tomar decisiones y también permitiría exigir que Hungría también pague una cuota.
• A su llegada a la reunión de los ministros de Exteriores de la OTAN, el jefe de la diplomacia belga, Maxime Prevot, expresó el «sentimiento frustrante de no haber sido escuchado» y subrayó que la propuesta de la Comisión Europea «no responde de modo satisfactorio a nuestras preocupaciones». También agregó que «si los Estados miembros quieren seguir esa vía, nosotros exigimos que los riesgos a los que Bélgica se vería confrontada a causa de ese dispositivo estén enteramente cubiertos». En otras palabras, Bélgica se niega a asumir sola el peligro de un litigio con Rusia.
• La presidente del Banco Central Europeo, la francesa Christine Lagarde, comentó el 3 de diciembre que la propuesta de la Comisión Europea es «exagerada» y que ella espera una proposición conforme al derecho internacional.