
Una vez más los “patriotas” de VOX han demostrado que no son capaces de otra cosa que copiar políticas a la derecha estadounidense, esta vez con la proposición no de ley en el Congreso para incluir al movimiento “Antifa” en la lista de grupos terroristas de la Unión Europea. A esta proposición han añadido la disolución de todas las organizaciones asociadas al movimiento.
En la proposición el partido también denuncia “la escalada de violencia política auspiciada por grupos de extrema izquierda” bajo la “falsa idea de combatir el fascismo”.
Los delirios de la formación fascista no acaban ahí ya que se animan a acusar al propio Gobierno de haber tomado tintes preocupantes por participar en “un proceso de blanqueamiento” de esta violencia y le instan a cesar en “permanente conducta de blanqueamiento de la violencia ejercida por parte de asociaciones vinculadas al movimiento de extrema izquierda Antifa en España”. También piden al Ministerio Fiscal que tome las acciones necesarias para la disolución de las organizaciones ligadas al movimiento.
También piden la reprobación del ministro de interior, Grande-Marlaska por su “actitud irresponsable al no defender” a los miembros de los cuerpos represivos. Una acusación ridícula ya que el ministro siempre ha estado del lado de la represión y aquellos que la ejercen, especialmente defendiendo a los torturadores y buena cuenta de ello da que seis de las doce condenas impuestas al Estado español por el tribunal de Estrasburgo ocurrieron con el actual ministro como juez instructor.
La proposición cita varios incidentes violentos en actos del partido fascista por todo el Estado español, además de “agresiones a policías” durante la Vuelta Ciclista a España y la agresión a un periodista en Iruñea en octubre durante el intento de visita del provocador fascista Vito Quiles a una universidad. Para VOX estos actos forman parte de una escalada de violencia política y son suficientes para catalogar al antifascismo de terrorista; para cualquier demócrata estos incidentes fueron expresiones de resistencia y rechazo a que los fascistas campen a sus anchas por sus barrios y ciudades.
Para VOX los grupos relacionados con el “movimiento Antifa” suponen una amenaza para el país y pide que se ilegalicen en consonancia con “la tendencia internacional de su declaración como organización terrorista por parte de países como Estados Unidos y Hungría”.

