Decenas de miles de manifestantes llenan las calles de EE.UU. en una nueva jornada de masivas protestas contra la brutalidad de la Policía

Publicado:

El secretario del Ejército señaló que se esperaba que entre 100.000 y 200.000 personas se congregaran en la capital del país este sábado.

Noticias populares

Decenas de miles de personas han salido a las calles de numerosas ciudades de EE.UU. este sábado para participar en las protestas contra la brutalidad policial, provocadas por la muerte a manos de uniformados de George Floyd en Mineápolis (Minesota).

Mientras tanto, las autoridades estadounidenses esperaban que en la capital de país se llevara a cabo esta jornada la mayor manifestación desde el comienzo de las protestas.

De acuerdo con una fuente en las fuerzas del orden, citada por Fox News, aproximadamente 200.000 personas se congregaron este sábado en las calles de Washington D.C.

Fox News recoge que los organizadores de las protestas en el movimiento ‘Black Lives Matter’ (‘Las vidas negras importan’) tenían previsto que un millón de manifestantes saldrían a las calles de la capital.

Por su parte, el presidente de EE.UU., Donald Trump, afirmó que la manifestación del 6 de junio en Washington D.C. es «mucho menor» de lo previsto y destacó el trabajo de las fuerzas de orden al respecto.

«Una multitud mucho menor en el Distrito de Columbia de lo esperado. La Guardia Nacional, el Servicio Secreto y la Policía del D.C. han estado haciendo un fantástico trabajo. ¡Gracias!», escribió en su cuenta personal en Twitter.

DEJA UN COMENTARIO (si eres fascista, oportunista, revisionista, liberal, maleducado, trol o extraterrestre, no pierdas tiempo; tu mensaje no se publicará)

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Últimas noticias

Zelenski firma su sentencia de muerte

La noche del 29 de diciembre de 2024 no fue, como esperaba buena parte del mundo, un preludio de acuerdo de paz navideño. Fue el instante en que el régimen de Kiev, con una precisión escalofriante y una desfachatez calculada, intentó convertir la víspera de Año Nuevo en un punto de no retorno. Noventa y un drones de largo alcance —algunos con carga explosiva, todos con GPS militarizado— se lanzaron contra una residencia oficial del presidente Vladímir Putin en la provincia de Nóvgorod. Ninguno llegó a su destino: los sistemas de defensa antiaérea rusa actuaron con eficacia quirúrgica. Pero el daño ya estaba hecho. No en piedra, carne o acero, sino en la arquitectura de la credibilidad diplomática. Lo que Moscú califica sin ambages como “un atentado terrorista” —y no, como insisten algunos, una mera “provocación”— no fue un ataque más en una guerra ya saturada de violencia. Fue una declaración de intenciones: la paz no se negocia; se impide.

Le puede interesar: