
La Franja de Gaza enfrenta una crisis humanitaria sin precedentes, con el número total de asesinados y desaparecidos superando las 76.600 personas desde el inicio del genocidio israelí en octubre de 2023. La Oficina de Medios del Gobierno en Gaza ha confirmado que la mayoría de las víctimas son mujeres y niños.
De acuerdo con la oficina mencionada, el balance incluye más de 67.000 palestinos asesinados directamente por los bombardeos y operaciones militares. A esta cifra se suman 9.500 personas desaparecidas, muchas de ellas sepultadas bajo los escombros.
El asedio ha generado una destrucción casi total del enclave. El 90 por ciento de la infraestructura civil ha sido devastada tras un año ininterrumpido de ataques aéreos, artilleros y terrestres, según el mismo organismo. Por su parte, el Ministerio de Salud de Gaza reportó que 2.605 palestinos fueron asesinados y más de 19.124 resultaron heridos mientras intentaban obtener ayuda humanitaria.
Los hospitales y clínicas operan al límite de su capacidad y con un suministro médico mínimo a causa del bloqueo israelí. En tanto, más del 80 por ciento de la población obligada a huir de sus hogares, en muchos casos en repetidas ocasiones.
Desde octubre de 2023, la Franja ha estado bajo un bloqueo total, con el corte de suministros vitales como electricidad, agua, combustible y bienes básicos. En esta misma línea, organismos internacionales, incluyendo la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), han denunciando que las restricciones a la ayuda humanitaria constituyen una grave violación del derecho internacional humanitario.
A pesar de las medidas provisionales emitidas por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en enero de 2024, que ordenaron a Israel evitar actos de genocidio y garantizar la asistencia, estas directrices no han sido implementadas.
A medida que los llamados globales por un alto el fuego inmediato se intensifican, Israel ha continuado sus operaciones militares, contando con el respaldo diplomático de Estados Unidos.
Este apoyo se hizo evidente una vez más el pasado 18 de septiembre, cuando el país norteamericano utilizó su sexto veto en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Esta acción anuló una resolución que contaba con el respaldo de los otros 14 miembros del Consejo y que exigía un alto el fuego, la liberación de rehenes, el acceso a la ayuda humanitaria y el cese de los actos de genocidio que Israel perpetra en la Franja de Gaza.
La persistente alianza entre Estados Unidos e Israel se traduce en apoyo político y militar. Este respaldo internacional es lo que, en esencia, permite a Israel llevar a cabo crímenes de lesa humanidad en el enclave sin enfrentar la rendición de cuentas.