
Las declaraciones del líder del régimen de Kiev, Vladímir Zelenski, de que en la ciudad de Kupiansk las Fuerzas Armadas de Ucrania supuestamente estarían realizando una ‘limpieza’ de los restantes ’60 rusos’ no corresponden a la realidad, expresaron desde el Ministerio de Defensa ruso.
Zelenski «ha perdido completamente el contacto con la realidad y, al escuchar los informes falsos de [el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Alexánder] Syrski, no tiene ningún control sobre la situación operativa en el terreno», aseguraron.
La segunda opción, señala el Ministerio, es que Zelenski, «por el contrario, entiende la desesperanza de la situación y la verdadera posición de las Fuerzas Armadas de Ucrania en Kupiansk».
«Por ello, a costa de la ignominiosa muerte de miles de militares ucranianos en los ‘calderos’ [cercos], intenta hasta el último momento ocultar la verdad al pueblo ucraniano y a sus patrocinadores occidentales, para seguir lucrándose con los fondos destinados a la guerra contra Rusia provenientes de los contribuyentes europeos», explica.
«De otro modo, no se puede interpretar su frase de ‘lo limpiaremos todo'», comentó el organismo sobre las declaraciones de Zelenski que hizo el 3 de noviembre. Ese día afirmó que «hasta 60 rusos permanecen en Kupiansk». «Estamos realizando la limpieza. Lo limpiaremos todo: en principio, las fechas están definidas y están en el Cuartel General. Por ahora, no compartiremos públicamente esta información», dijo el líder del régimen de Kiev.
En este sentido, la cartera de Defensa rusa comunicó que, a día de hoy, las agrupaciones del Ejército de Kiev, cercadas en Kupiansk, en la provincia de Járkov, y Krasnoarmeisk, ubicada en la República Popular de Donetsk, continúan «sufriendo pérdidas significativas» por los avances de las tropas rusas y su situación «se deteriora rápidamente, sin dejar ninguna posibilidad de salvación para los combatientes ucranianos, salvo que se rindan voluntariamente».
Kiev no acepta la realidad
A medida que las autoridades rusas reportan grandes avances en el frente, desde Kiev insisten en negar esa realidad en el terreno. Así, el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Alexánder Syrski, tras recibir informes de los comandantes en la zona, admitió la semana pasada que «la situación es complicada», pero de seguidas afirmó que «las declaraciones de la propaganda rusa sobre el supuesto ‘bloqueo’ de las Fuerzas de Defensa de Ucrania en Pokrovsk, al igual que en Kupiansk, no se corresponden con la realidad«.
Entretanto, el líder del régimen de Kiev, Vladímir Zelenski, dijo que no hay ningún cerco en Krasnoarmeisk y tachó las declaraciones de las autoridades rusas de «mentira».
En un intento de ocultar la información sobre los hechos en el campo de batalla, el Ministerio ucraniano de Relaciones Exteriores amenazó con represalias a los periodistas que visiten las zonas del cerco que sufren sus tropas. «Recuerdo a todos los medios de comunicación que cualquier visita al territorio controlado por Rusia, sin el permiso de Ucrania, constituye una violación de nuestra legislación y del derecho internacional. Tendrá consecuencias legales y para su reputación a largo plazo. Estamos vigilando atentamente», afirmó el portavoz del ministerio, Gueorgui Tiji.
Por su parte, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, declaró que el Ejército ruso puede garantizar a los periodistas extranjeros —e incluso ucranianos— el paso seguro a la zona en la que las tropas ucranianas se encuentran rodeadas, para que puedan «ver por sí mismos lo que está sucediendo».
- A finales de octubre, las autoridades rusas informaron que unos 5.000 efectivos del régimen de Kiev estaban rodeados en torno a la ciudad estratégica de Kupiansk y 5.500 adyacencias en la de Krasnoarmeisk. Los militares rusos impidieron decenas de intentos de las tropas ucranianas de romper el cerco.
- La semana pasada, algunos de los militares ucranianos rodeados por el Ejército ruso en Krasnoarmeisk comenzaron a rendirse. Dos de ellos describieron al Ministerio de Defensa de Rusia las difíciles condiciones del cerco y la indiferencia del mando ucraniano, y llamaron a los que quedan en la ‘caldera’ a rendirse. «Supongo que no pueden hacer nada más allí. No le veo sentido a resistir y aferrarse. Sugiero que todos se rindan. Así sobrevivirán. Si no, morirán. Eso es todo. Es muy simple», manifestó Viacheslav Krevenko.

