
Felip Vicedo (Unidad y Lucha).— La reciente huelga indefinida del profesorado experto de Formación Profesional y especialistas de régimen especial en el País Valencià representa un ejemplo de lucha unitaria y resistencia frente a la precarización de la educación pública. Para comprender cómo se llegó a esta movilización histórica, debemos remontarnos a un trabajo de años. Este colectivo ya era el más maltratado de la educación pública valenciana. No cobraban complementos (ni trienios, ni sexenios, ni las jefaturas de departamento…), se les disminuían las horas cuando el alumnado se iba a la empresa, etc. Desde el Consejo Sindical Obrero, (CSO), desde nuestros inicios, comenzamos a reclamar judicialmente todos estos despropósitos. El año pasado se intentó reducir el salario a este colectivo y realizamos movilizaciones para evitarlo, junto con quien se quiso sumar. El culmen, que provoca la huelga indefinida que se convoca el día 3 de noviembre, es la publicación del Decreto 97/2025, que supuso un ataque frontal contra las condiciones laborales.
En junio, la Conselleria d’Educació publicó un decreto que, bajo la apariencia de regularizar la situación, en realidad suponía un 41.34 % de reducción salarial. Se establecían requisitos de acceso casi inalcanzables, limitaba las horas complementarias para preparación de clases al 20 % e ignoraba las funciones reales que estos profesionales venían desarrollando en los centros educativos. Era, en definitiva, una herramienta para abaratar costes a costa de los derechos laborales del profesorado más vulnerable.
Durante semanas, el profesorado experto mantuvo en más del 80 % la huelga, una lucha que ha combinado la movilización en la calle, medios de comunicación, redes sociales y presiones a grupos políticos con la negociación. Las concentraciones ante las direcciones territoriales de educación, asambleas en los centros más implicados y la creación de una caja de resistencia (en solitario desde CSO) le hicieron ver a la Conselleria la determinación de un colectivo que se negaba a aceptar su precarización. La huelga indefinida, convocada para el inicio del curso 2025-2026, demostró que no se trataba de un conflicto pasajero, sino de una batalla por la supervivencia misma de la Formación Profesional pública de calidad.
Hoy estamos a días del acuerdo con avances significativos. Hemos pasado de las 22 h. que la Conselleria estaba pagando para el profesorado con 18 h. de clase a las 32.5. Pero el colectivo no se rinde. El profesorado es consciente de su propio poder: sin nosotros no se imparte una clase.
Lo más valioso de este proceso ha sido la demostración práctica de que cuando se tiene un objetivo claro hacia el que hay que caminar y las trabajadoras y trabajadores lo han asumido como propio, la unidad sindical consigue victorias. Frente a la estrategia habitual de dividir para vencer, las organizaciones sindicales han mostrado que la coordinación y la solidaridad son las herramientas más eficaces para defender los derechos de la clase trabajadora. No se trata de que las organizaciones sindicales luchemos por echarnos la culpa del momento actual, ni que busquemos destacar frente a otras (hipermobilizar es una estrategia de desmovilización), sino que aunemos nuestras fuerzas en el objetivo de mejorar.
Una movilización similar ocurrió en la huelga de tribunales de educación en junio. CSO planteó que, si nadie convocaba una huelga, la convocaríamos en solitario. Resultado: CSO juntó fuerzas con STEPV y se consiguió un acuerdo que sin esta huelga hubiera resultado imposible, reconociéndonos todas nuestras reivindicaciones. CC. OO. y UGT aprendieron que cuando nosotros lanzamos o vienen con nosotros o se quedan con la patronal. Por eso esta vez han estado con nuestras y nosotros en la huelga.
Esta victoria no es el final, sino el comienzo de una nueva etapa en la que la solidaridad y la combatividad deberán mantenerse intactas. El aprendizaje debe ser que sin lucha nada se gana, porque, como bien sabe el movimiento obrero, los derechos no se regalan: se conquistan con lucha y se defienden con unidad.

