
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, María Zajárova, realizó una advertencia este jueves 18 de diciembre sobre las acciones desetabilizadoras y los intereses reales que representa la ultraderechista venezolana María Corina Machado, recientemente galardonada con el Nobel de la Paz.
La funcionaria rusa instó a la ciudadanía a analizar los llamados al derrocamiento del poder legítimo bajo el lente de las experiencias previas: «Me parece que simplemente la experiencia de los anteriores llamados ‘opositores’ debería ser para los venezolanos más que ilustrativa».
En este sentido, Zajárova recordó el caso de Juan Guaidó: «Nadie lo recuerda, ese proyecto ya ha sido arrojado al basurero de la historia«, tras fracasar en su intento de usurpar la presidencia de Venezuela con apoyo extranjero.
Zajárova enfatizó que el proyecto de Guaidó quedó en el olvido después de realizar negociaciones y asistir a cumbres que no representaron beneficio alguno para la nación. Para Moscú, estas figuras operan como herramientas de Gobiernos externos que buscan desestabilizar la región mediante la creación de estructuras cuasi opositoras.
«Esa misma oposición que hace declaraciones de ese tipo y da pasos de ese tipo, ¿actúa en interés del pueblo venezolano o en interés de aquellos países que ya antes de ellos [de su aparición] creaban proyectos cuasi opositores similares, los financian y a través de ellos persiguen sus propios objetivos y tareas?«, señaló la vocera de la cancillería rusa tras ser consultada por las acciones y declaraciones de Machado, que ha llamado en reiteradas ocasiones a una invasión militar extranjera en Venezuela.
En contraste con estas maniobras, la vocera ratificó que la cooperación entre Rusia y Venezuela desarrolla una agenda activa en todas las áreas estratégicas para fortalecer la resistencia ante las presiones internacionales.
La diplomática subrayó que la relación bilateral se fundamenta en el respeto a la autodeterminación y la soberanía. Mientras los sectores extremistas insisten en la retórica de la intervención, Moscú y Caracas consolidan una alianza que busca proteger los derechos legítimos de los pueblos del Sur Global.
Esta postura rusa refuerza el rechazo a la injerencia extranjera y apoya la estabilidad política frente a los intentos de imponer regímenes subordinados a los intereses de Washington.
Las declaraciones se dan en medio de las amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien anunció un bloqueo total contra los buques petroleros que comercian con Venezuela. Además, la Casa Blanca aplicó la designación de organización terrorista extranjera contra el Gobierno Bolivariano y ejecutó ataques militares en aguas del Caribe para amedrentar la navegabilidad comercial.
Caracas denunció estos actos como piratería internacional y aseguró que mantendrá la exportación de crudo para defender la economía nacional frente al asedio e injerencia estadounidense.

