La guerra en Ucrania y el conflicto en el Medio Oriente dan continuación al comportamiento de los anglosajones durante la Segunda Guerra Mundial. En aquella época, Washington y Londres trataron de utilizar el poderío nazi para acabar con la Unión Soviética. Hoy manipulan a Ucrania para derrotar a Rusia. Según la sabiduría popular, lo que ya fracasó antes –en este caso, en 1945– está condenado a fracasar nuevamente.