No afirmamos, pero de su clamoreo pueden desprenderse varias interpretaciones, entre ellas la de que si no hubiera existido democracia, entonces sí estarían justificadas las acciones de la organización armada ETA, hoy desaparecida.
Si esas mismas palabras las dice otra persona no sabemos qué acciones habría decidido emprender ese ministro de Interior español que condecora vírgenes y hace comisarios de policías honorarios a periodistas afines al PP.
Un poco antes otro eurodiputado eg-pañol gritó «asesino» a Otegi.
España siempre dando la nota.